El Congreso chileno aprobó finalmente este martes una ley que acaba con el sistema electoral legado de la dictadura de Augusto Pinochet, que por años significó una sobrerrepresetación de la derecha en el Congreso.
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© AFPEl Dictador Augusto Pinochet
En su reemplazo, la Cámara de Diputados, en tercer trámite legislativo, aprobó un nuevo sistema electoral de carácter proporcional que se aumenta el número de diputados, de 120 a 155, y de senadores, de 38 a 50.
"Hoy día se cae el pilar fundamental del edificio político levantado por la dictadura militar y sus ideólogos para prolongar su control del país", dijo al final de la votación el diputado socialdemócrata, Pepe Auth.
La semana pasada el histórico proyecto había sido aprobado en el Senado, y solo restaba que los diputados lo refrendaran para convertirse en ley.

El nuevo sistema electoral estará vigente a partir de las elecciones generales de 2017 y reemplazará a la intrincada normativa dictada en 1980 por el general Augusto Pinochet (1973-1990) para asegurar el peso en el Congreso de los partidos conservadores ante la centroizquierda, de histórica mayoría en el país.

El antiguo sistema le permitió por años a la derecha chilena estar sobrerrepresentada en el Congreso, trabando las reformas democráticas, junto con motivar la conformación de dos grandes conglomerados políticos, excluyendo a las minorías.

Ahora se crearán mas distritos electorales y se rebajarán las exigencias para la creación de partidos políticos, lo que le daría cabida a colectividades políticas más pequeñas.

La semana pasada, cuando el proyecto fue aprobado en el Senado, la presidenta Michelle Bachelet afirmó que el nuevo sistema electoral "va a permitir una mejor representatividad y tener más y mejores ideas en el Parlamento".

La iniciativa establece además una cuota de género, en la que al menos un 40% de los candidatos deben ser mujeres.