Cinco agentes de la Policía Científica de la Comisaría de Carabanchel (Madrid) fueron detenidos el jueves por sus compañeros de Asuntos Internos por "alteración del procedimiento" en casos de delincuencia común como robos y hurtos. La práctica consistía en manipular pruebas de huellas dactilares para incriminar a determinados sujetos y así aumentar la resolución de casos.
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La operación no está cerrada y, según las fuentes policiales consultadas por Público, otros diez policías madrileños están siendo investigados por los mismos motivos. "Lo que hacían era lo que en el argot policial se conoce como 'limpiar el barrio'. Incriminaban en delitos a determinados 'conocidos' de la zona a quienes no se les había podido 'trincar' o que eran molestos. Además, conseguían que las estadísticas de la resolución de casos aumentaran", aseguran dichas fuentes.

La denuncia contra estos funcionarios la pusieron sus compañeros de la Brigada Provincial de Policía Científica que advirtieron que en algunos de los casos que les llegaban sus resultados no eran compatibles con los de la comisaría de Carabanchel.

Sin embargo, y aunque los agentes que el viernes pasaron por el juzgado de instrucción número 25 de Madrid a declarar pertenezcan todos al grupo de Científica, la investigación está abierta a otros policías destinados en otros grupos de dicha comisaría y que también estarían interesados en mejorar sus resultados.

Fuentes judiciales explican a Público que "ahora habrá que comunicar a los afectados estos hechos y nos pueden traer serios problemas en el caso de haberse producido alguna condena, ya que tendrán que estudiarse todas las actuaciones relacionadas con esa comisaría". También deberán revisarse los procedimientos aún abiertos y que estén en proceso judicial.

Por ahora, los agentes detenidos han sido puestos en libertad con el juzgado tras prestar testimonio y "serán suspendidos de sus funciones", según aseguran a Público fuentes de la Policía.