(España) - Más que agradecimientos, el presidente del Gobierno nos debe una dimisión: la suya


De los creadores del "nos ha faltado piel y sensibilidad" llega ahora un nuevo anuncio electoral aún más ridículo. Vean a Mariano Rajoy vendiendo crecepelos puerta a puerta, dándole las gracias a todos los españoles por lo bien que lo han hecho para salir de la crisis. "Lo estamos consiguiendo", dice el presidente del Gobierno más impopular de la historia democrática, que seguro se encontraría bastantes menos sonrisas si le diese por repetir este experimento en el mundo real y visitase a los vecinos de cualquier barrio.
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Hay quien podría tachar este anuncio de populista, pero seguro que no. Populistas siempre son los otros.

Rajoy no nos debe un agradecimiento a los españoles. Son otras cosas las que adeuda. Para empezar, una explicación coherente y que no insulte a la inteligencia sobre la contabilidad en negro del partido que preside. No vale con manipular el escrito de la Fiscalía para argumentar que en él se dice que el PP no sabía nada - falso, como expliqué hace unos días - . Tampoco cuela argumentar que era "la caja B de Bárcenas". ¿Acaso el tesorero era un filántropo que se gastaba su dinero negro en las obras de la sede del partido?

Hasta la Abogacía del Estado, que jerárquicamente depende del Gobierno, da por probado que el PP tenía una contabilidad paralela alimentada con dinero negro. De esos fondos ilegales, según la documentación que investiga la Audiencia Nacional, Mariano Rajoy se llevó más de 400.000 euros en sobres entre 1990 y 2010. El dinero llegaba en cajas de puros que entregaba en mano el tesorero Álvaro Lapuerta, según la confesión de Luis Bárcenas. Que la mayor parte de estas dos décadas de fraude fiscal hayan prescrito no le quita ni un gramo de responsabilidad política a este abuso.

El presidente del Gobierno también debe una explicación al Parlamento. Y no, ese requisito no está cumplido con esa comparecencia llena de mentiras en el Congreso, el 1 de agosto de 2013. "El juez determinará lo que proceda sobre cada una de las insinuaciones - dijo entonces Rajoy en su discurso - , pero ya les adelanto yo que en el Partido Popular ni se ha llevado una doble contabilidad ni se oculta ningún delito".

El juez, el fiscal y la Abogacía del Estado han determinado que el PP tenía una doble contabilidad y que, por tanto, Rajoy mintió hace año y medio en el Congreso. No fue un hecho aislado: ni las mentiras ni la caja B, que existió desde los tiempos de Alianza Popular. Gran parte de los tesoreros del partido, quienes llevaron la contabilidad durante casi tres décadas, están hoy imputados.

¿Merece esta situación un pleno en el Congreso de los Diputados para que el presidente del Gobierno dé explicaciones? Sin duda. Así lo ha pedido el PSOE. Mañana se votará la propuesta. Lo más probable es que el PP la bloquee. Eso sí, el presidente no se olvida de darnos las gracias a todos los españoles.

En cierto modo, tiene muchas razones por las que estar agradecido. Gracias, que diría Rajoy, por olvidar tan fácilmente que dio ánimos a Bárcenas cuando se descubrió que escondía una fortuna en Suiza. Gracias, porque en este país sea tan fácil tomar el pelo a todos. Gracias, por permitir que este abuso salga tan barato.