Comentario: Esto es lo que podemos definir como una clara cobertura parcializada de los hechos... Observar y aprender, una tarea indispensable para decodificar la realidad.


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© AFP / A. Messinis Alexis Tsipras y Martin Schulz, este jueves en Atenas.
Grecia y el efecto Tsipras se colaron en las sanciones europeas a Rusia para amagar y no dar. Los ministros de Exteriores de la Unión acordaron ayer en Bruselas una prórroga de las medidas contra Moscú por la escalada de violencia en Ucrania, aunque la resistencia de Atenas - y de otras delegaciones, que prefirieron un perfil más bajo - hace difícil pensar en una ronda adicional de medidas económicas y financieras.


Comentario: En primer lugar la escalada de violencia en Ucrania no tiene nada que ver con Rusia. Rusia ha permanentemente instado a todas las partes a resolver el conflicto de forma pacífica y diplomática. Por otro lado la presencia de tropas rusas en territorio ucraniano es ya una probada farsa montada por occidente para justificar unas sanciones totalmente arbitrarias y tendientes a minar la influencia de una de las únicas naciones del planeta que busca crear un mundo mucho más justo y equitativo para todas las naciones del globo y no sólo ajustado a las necesidades egoístas de unas pocas.

En segundo lugar la referencia a la "resistencia de Atenas" suena como un lamento, una queja. Al parecer se trasluce aquí un profundo malestar en relación a la posición de la "nueva" Grecia y su postura en contra de esta absurda guerra económica contra Rusia.


A pesar de las disensiones, cristalizadas en la amenaza de veto heleno, Europa logró mantener la unidad y envió una señal inequívoca a Vladímir Putin: si el conflicto se recrudece, Rusia se expone a una nueva oleada de sanciones financieras, que podrían herir de gravedad la ya muy magullada economía rusa, abocada a una profunda recesión en 2015 por la imbatible combinación que forman las duras sanciones europeas y estadounidenses y el desplome de los precios del petróleo.


Comentario: De nuevo, ¿por qué amenazan a Rusia por un conflicto en el cual nada tiene que ver?... Excusas y más excusas. Por otro lado la "muy magullada economía rusa" es más una expresión de deseo de Occidente que una realidad.


El posible veto de Grecia se quedó al final en una nota a pie de página: Alemania sigue llevando la voz cantante en Europa, y pese al grupo de países que piden más mano izquierda - y a un segundo bloque más belicoso que, por contra, reclama medidas más drásticas - impuso su ley tras una reunión de urgencia entre su ministro de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, y su homólogo griego, Nikos Kotzias.

Poco se sabe de esa reunión de apenas 20 minutos, más allá de que desatascó el bloqueo y facilitó el resultado final. Atenas consiguió suavizar levemente el lenguaje del comunicado conjunto, pero poco más. El acuerdo es concluyente. Y cumple exactamente con el guión previsto, a pesar del inevitable rifirrafe entre los Veintiocho, que mantienen diversos grados de dureza con Moscú en función de sus intereses particulares, pero que, al menos en ese asunto, se han mantenido unidos desde el principio.


Comentario: Claro, "diversos grados de dureza con Moscú" se traduce como que hay varias naciones Europeas que puertas adentro están muy disgustadas con estas sanciones porque están siendo muy afectadas por ellas, y ni siquiera están logrando su cometido...


La mayor dureza europea se expresa en un documento de conclusiones que fija tres líneas maestras. Una: la UE prorroga hasta septiembre las sanciones, pese a que no tenía que decidirlo hasta mediados de marzo. Dos: en apenas unos días, ampliará la lista negra de personas y entidades sancionadas. Y tres, lo fundamental: si la cosa empeora - y a la espera de señales en EE UU, partidario de más severidad - , Europa amenaza con una ronda de castigo. La Comisión preparará en los próximos días esas medidas, que, en todo caso no se decidirán al menos hasta la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del próximo 12 de febrero.


Comentario: ¡Eso es naciones Europeas, sigan adelante con estas absurdas sanciones y es muy posible que pronto lo lamenten!


La UE se enfrenta a una guerra en las afueras, a una crisis económica que la corroe por dentro y a una fractura que, por todo ello, separa al Norte del Sur en lo económico y, a grandes rasgos, al Este y al Oeste en lo geopolítico.

Los países más cercanos a Ucrania y Rusia (más Reino Unido) pedían, en general, una retórica mucho más beligerante con Putin, empeñado en desempolvar la Gran Rusia a pesar de los pesares. Y un segundo bloque más variopinto, en el que figuran Grecia y Bulgaria, Italia y España, Francia y otros países, reclaman lo contrario con el argumento de que las sanciones están haciendo mella en el PIB ruso - y de paso en el europeo - , pero son un fiasco desde el punto de vista de su objetivo declarado: conseguir que Moscú recapacite y busque una salida negociada. En medio de esas dos fuerzas, la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, convocó un consejo extraordinario por los últimos acontecimientos en el este de Ucrania y protagonizó un ejercicio de funambulismo: rebajó la retórica del comunicado oficial - victoria pírrica, o simbólica, de Grecia - y mantuvo lo esencial: la ampliación de sanciones y la amenaza inequívoca de subir un peldaño más el nivel de castigo si la situación se agrava.


Comentario: ¡Qué mal huele esto! Parece que la cohesión de la Unión Europea es más un mito que que una realidad. El nuevo gobierno griego plantea un partimiento mucho más explícito de lo que se veía hace una semana atrás. Quién sabe hasta cuando podrá continuar la Unión Europea con estas ridículas medidas que están más bien pensadas para beneficiar a EE.UU. antes que a Europa. "Rebajar la retórica del comunicado" suena como un logro menor de los disidentes con las sanciones, pero desde una perspectiva mayor es posible que esto constituya el punto de partida para un cambio de rumbo en las políticas comunes del conglomerado europeo.


"Hubo consenso tras una profunda discusión y habrá medidas adecuadas si la situación no mejora o si empeora", concedió Mogherini. La italiana midió mucho su discurso, así como el lenguaje del documento de conclusiones: el órdago griego obligó a cambiar la redacción para desesperación británica. Donde en versiones anteriores decía "medidas restrictivas" figura finalmente "medidas adecuadas"; en realidad eso es exactamente lo mismo. Fuentes diplomáticas ni siquiera descartan excluir a Rusia del sistema internacional de pagos interbancarios (conocido como SWIFT), extremo que los analistas descartan si no hay un recrudecimiento de las operaciones en Ucrania.


Comentario: Los "muchachos" actúan como si Rusia no estuviera haciendo nada al respecto. Mientras ellos siguen embotados en un bucle infinito y poco creativo de sanciones y castigos, Rusia estrecha lazos con Latino América, fortalece su alianza estratégica con los BRICS, aumenta sus reservas en oro, y espera con relativa tranquilidad a ver como los hechos decantan por sí mismos.


Grecia dejó su sello simbólico. Atenas se ha reunido ya con Moscú y ha dejado claro que bloqueará cualquier paso adicional que suponga más dureza. Esa postura levanta ampollas en Londres, que amagó también con bloquear pues no quería rebajar el contenido del texto. Y tampoco gusta en parte de la política alemana: Norbert Roettgen, presidente del comité de política exterior del Parlamento germano, alertó de que la jugada helena está relacionada con la negociación de su rescate: "Cualquier intento de conectar esos dos campos [las condiciones del programa griego y las sanciones a Rusia] debe paralizarse antes incluso de que empiece".


Comentario: ¿Será verdad? ¿Será un pensamiento deseoso del bloque Occidental?... Quién sabe, habrá que esperar y seguir los pasos de Tsipras para comprender si su disidencia con la Unión Europea y simpatía por Rusia es real o sólo un factor de apalancamiento a su favor.


El ministro griego Kotzias lamentó las especulaciones acerca de la relación de su país con Rusia, según informa Natalia de Miquel. "No vamos a ser los chicos malos de la UE por discrepar: hay que discutir los próximos pasos", apuntó. El siguiente llegará en la cumbre de febrero, con una cara nueva en Bruselas: la de Alexis Tsipras.