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Los representantes de las partes en conflicto en el este de Ucrania y de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) han iniciado este sábado una nueva ronda de diálogos de paz, mientras sobre el terreno los combates se recrudecen y han causado varias decenas de muertes, entre civiles y militares.

"Tienen que estar Zajarchenko y Plotnitski, los que firmaron los acuerdos y que tienen algo de poder", ha reclamado sin embargo el máximo representante de Kiev en los diálogos, el expresidente ucraniano Leonid Kuchma, como condición para participar en las negociaciones con los firmantes del Protocolo de Minsk (suscrito en septiembre).

Las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk han enviado a los presidentes de sus órganos legislativos, Denis Pushilin y Vladislav Deinego, respectivamente, especificando que los máximos dirigentes independentistas tan solo acudirán en caso de que cesen las operaciones militares de Kiev y delegados de menor rango consensúen un nuevo acuerdo.

"Entonces sí estarán dispuestos a venir", ha declarado Pushilin, según la agencia rusa TASS, antes de denunciar la muerte de 12 civiles y las heridas infligidas a 20 más que hacían cola el viernes para recibir ayuda humanitaria en Donetsk, por bombardeos del Ejército de Ucrania.

En la reunión de hoy, celebrada a puerta cerrada y que ha durado más de tres horas, debían tratar la retirada del armamento pesado, el intercambio de prisioneros y el cese el fuego.

Por parte de la OSCE ha participado la presidenta en ejercicio, Heidi Tagliavini, y de Rusia, el embajador de ese país en Ucrania, Mijail Zurabov.

En las últimas 24 horas, las autoridades ucranianas han informado de la muerte de 15 militares y de 12 civiles, mientras que los rebeldes denominados "prorrusos" por Kiev y por la prensa occidental hablan de 13 bajas, ha informado hoy la cadena británica BBC.

Las milicias independentistas afirman haber tomado la localidad de Vuhlehirsk, en el este de la provincia de Donetsk, y tener rodeada también la ciudad de Debaltseve, estratégico punto de paso entre Donetsk y Lugansk. Las autoridades ucranianas lo niegan.

También hoy sábado han discutido la situación en el sudeste de Ucrania en conversación telefónica el presidente ruso, Vladimir Putin; la canciller alemana, Angela Merkel; y el presidente francés, François Hollande, ha informado el servicio de prensa del Kremlin.

Más de 5 000 personas, según Naciones Unidas, han perecido en el conflicto del sudeste ucraniano desde que el derrocamiento del presidente Víktor Yanukóvich, en febrero del año pasado, desencadenara la sublevación de las provincias rusohablantes de Donetsk y Lugánsk, y los nuevos dirigentes de Kiev trataran de sofocarla mediante una "operación antiterrorista" militar que dura hasta hoy.