El tratamiento de superficies con plasma a presión atmosférica fría (CAPP, por sus siglas en inglés) puede reducir el riesgo de transmisión de norovirus, un virus contagioso que produce dolor de estómago, náuseas y diarrea, según revela un nuevo estudio cuyas conclusiones se publican esta semana en 'mBio', la revista de la Sociedad Americana de Microbiología. CAPP redujo significativamente el número de partículas de virus en muestras de norovirus.

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CAPP, que en realidad está cerca de la temperatura ambiente, es un tipo de gas utilizado para matar las bacterias sin dañar las superficies o los tejidos humanos y que se está utilizando en algunas aplicaciones médicas, como la cicatrización de heridas. Algunos científicos también están investigando su potencial para eliminar las bacterias de las frutas, verduras y carnes.

El hallazgo es emocionante porque los norovirus generalmente son muy estables en el medio ambiente, resistentes al tratamiento con detergentes o cloro, congelación o calentamiento, señala el autor del estudio, Günter Klein, director del Instituto de Calidad de los Alimentos y Seguridad Alimentaria de la Universidad de Medicina Veterinaria de Hannover, en Alemania.

Los norovirus son la causa más frecuente de la epidemia no bacteriana de gastroenteritis aguda en todo el mundo, según este experto, causando más de 19 millones de casos de la enfermedad en Estados Unidos cada año. "CAPP es un método de baja energía respetuoso con el medio ambiente, que reduce la carga microbiana en las superficies -subraya Klein--. La tecnología es eficaz contra los virus con alta tenacidad, como los norovirus. Su aplicación con éxito en el tratamiento médico debe transferirse a otras áreas".

Para investigar el impacto del CAPP en los norovirus, Klein y sus colegas prepararon en placas de Petri estériles tres diluciones de una muestra de heces en 2011 de un soldado alemán infectado con norovirus. Se trataron las muestras con CAPP durante diferentes longitudes de tiempo, hasta un máximo de 15 minutos, en una cámara de plasma.

Después del tratamiento, las muestras tratadas durante más tiempo tenían la carga viral más baja. CAPP redujo el número de partículas de virus potencialmente infecciosos de 22.000 (similar a lo que se encontraría en una superficie tocada por una persona infectada con el norovirus) hasta 1.400 después de 10 minutos, y 500 después de 15 minutos. Algunas reducciones de la carga viral se observaron en tan sólo uno o dos minutos de tratamiento.

"El plasma frío fue capaz de inactivar el virus en las superficies probadas, lo que sugiere que este método podría ser empleado para la desinfección continua de las superficies contaminadas", afirma Klein. Aunque el plasma no podría eliminar el virus por completo, apunta, "es importante una reducción para disminuir la dosis infecciosa y la exposición de los seres humanos".

En futuros estudios, el equipo de Klein pondrá a prueba las propiedades de desinfección de plasma sobre superficies y tipos de norovirus adicionales y utilizará microscopios electrónicos para examinar la estructura del virus, antes y después del tratamiento con CAPP.