El primer ministro griego, Alexis Tsipras, se compromete a acabar con la "crisis humanitaria" generada por la política de recortes impuesta por la Unión Europea. Grecia no está sola en su rechazo al curso principal dictado por Bruselas: en el bloque se escuchan nuevas voces que pueden cambiar el panorama político profundamente.


Syriza ha emergido como punta de lanza de un terremoto político presente en toda Europa que amenaza con romper la correlación de fuerzas con propuestas muy distintas: desde la extrema derecha del Frente Nacional de Le Pen en Francia a la extrema izquierda de Podemos pasando por fórmulas antieuropeas como las del UKIP en el Reino Unido, los neopopulistas en Escandinavia, el Movimiento cívico 5 Estrellas en Italia o el extremismo xenófobo de PEGIDA en Alemania.

Se trata de un elenco de propuestas distintas, pero que emergen por una causa común. "La vida está cada vez peor", subraya José Fernando Pérez Oya, sociólogo y economista.
Syriza
Hasta la irrupción de Syriza la mayoría de países europeos vivían instalados en el bipartidismo. Sin embargo, desde 2008 las medidas anticrisis de los principales partidos se han ido asimilando a los dogmas de entidades no escogidas por los electores. "Lo que refleja esta reacción de voto a otras fuerzas es la voluntad o el deseo de que haya propuestas diferentes, distintas a este pensamiento único que se ejemplifica en la famosa troika", comenta Joaquín Arriola, profesor de economía política de la Universidad del País Vasco.