(España) - Hace un par de semanas se presentó el Grupo de Trabajo Contra la Corrupción en Catalunya, formado por activistas, periodistas y expertos en la cuestión. La plataforma ciudadana pretende investigar y revelar casos y quiere "tomar el relevo" de la comisión de investigación del Parlament sobre fraude fiscal y corrupción política. El diputado de la CUP David Fernàndez, los periodistas de la revista Cafè amb Llet, la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB), Hervé Falciani, activistas de 15MpaRato y de Xnet o la exregidora del PSC en el Ayuntamiento de Barcelona Itziar González son algunos de los integrantes de un grupo que tiene en Simona Levi a una de sus portavoces.

simona levi
Simona Levi
El Grupo de Trabajo Contra la Corrupción en Catalunya es una iniciativa de la ciudadanía. ¿Desconfiáis de las instituciones y creéis que fallan a la hora de perseguir la corrupción?

Partimos de la idea de que la corrupción es el resultado de una trama para delinquir que tiene como centro los partidos y los gobiernos son simplemente el brazo ejecutor del plan delictivo. Los partidos son organizaciones semi-mafiosas cuyo objetivo es aportar dinero a la propia organización para enriquecer a sus miembros y los cargos públicos están allí para garantizar que el plan salga bien. Las instituciones de gobierno no pueden acabar con la corrupción porque son la corrupción. Si los ciudadanos no tenemos cauce de control sobre las instituciones siempre habrá corrupción. Como no hay cauces de transparencia a nivel institucional, los creamos los ciudadanos, como sistemas de filtración o la publicación de datos que las instituciones no publican.

La propuesta desde XNET es la de federar esfuerzos, más que fusionarnos en un grupo, de nodos que ya hace tiempo que trabajan en este tema.

¿Se busca desarrollar un trabajo en red que permita dar un salto adelante?

Exactamente. Permite unir esfuerzos y cotejar datos entre estos grupos. Sirve de mucho, porque avanzamos más rápido. Todo el mundo sigue trabajando en su línea, sólo que si necesitas información sobre un tema, rápidamente la podemos ofrecer desde otro grupo y no tenemos que empezar de cero. Catalizas y potencias más el trabajo de cada uno. No estamos trabajando juntos, sino en red. Nos pasamos información y nos ponemos de acuerdo a la hora de lanzarla. En Catalunya no se trataba de proponer ayuda a gente que no sabe cómo manejar el tema, sino de sumarnos y aportar una propuesta en red que multiplique el efecto de unas estructuras ciudadanas que ya están haciendo un trabajo brutal contra la corrupción.

Hasta ahora no se han destapado muchos temas de corrupción en Catalunya a través del BuzónX, con la excepción del sobrecoste de las obras del AVE. ¿Cambiará a raíz de la creación del grupo?

La verdad es que tenemos el Buzón parado desde hace varias semanas, por overbooking y por mucho trabajo con el caso Rato. Pero lo estamos reorganizando y seguramente habrá un incremento de los casos catalanes. Vamos a abrir nuevos canales de comunicación directamente desde Xnet. Saldrá en los próximos diez días, en cooperación con otros medios.

En Xnet defendéis la necesidad de proteger legalmente a los filtradores, a las personas que denuncian los casos de corrupción. ¿Cómo lo trabajáis?

Mientras hay países, como los Estados Unidos, Canadá, Dinamarca, Ghana, Irlanda,..., que tienen leyes de protección de los denunciantes, en España no sólo no hay ninguna, sino que el anonimato está criminalizado y las informaciones sin una fuente revelada no cuentan nada. En los otros casos, se considera justa y necesaria la protección del anonimato porque la filtración es para el bien común. Por ello, estamos trabajando a nivel europeo para que haya una legislación en este sentido. Hasta ahora, en las grandes filtraciones a nivel estatal, como los correos de Blesa, la fuente sabe que se mete en un marrón gordo y quiere el anonimato total. Pero en un pueblo pequeño todo el mundo sabe quién es el que se queja y normalmente sufre mobbing, los caciques lo aíslan y calumnian y la gente no tiene coraje de ayudarlo. En estos casos, lo que intentamos es hacer que la notoriedad de la fuente trascienda su localidad y que sea como un héroe que pierde su anonimato. A veces optamos por el anonimato, y otras por la notoriedad. Como Xnet también hacemos entrenamiento y aprendizaje para un tipo de filtración más de pequeño formato y más capilar.

¿Para que una denuncia tenga recorrido se trata de combinar un impacto mediático con el trabajo de la justicia?

Los correos de Blesa y las black cards de Caja Madrid son un buen ejemplo de que la revelación de la información ha permitido desbloquear la situación a nivel judicial. Sólo con el trabajo en los tribunales no se hubiera llegado hasta aquí. Se tiene que dar una combinación de información que sacuda la opinión pública y que la parte jurídica valide lo que se filtra. De hecho, lo que se filtra obliga a las instituciones de justicia a avanzar en una determinada dirección. Una cosa sin la otra no funcionaría. Con ayuda de periodistas, intentamos que toda la información que saquemos sea de peso.

Hay una Fiscalía Anticorrupción y en Catalunya una Oficina Antifraude. ¿No son suficientes y es necesario un trabajo de tensión ciudadana para que sean efectivas?

Muchas veces las instituciones son una cortina de humo, pero sí que hay personas en ellas que hacen un trabajo fantástico a nivel individual. Por ejemplo, tenemos la certidumbre absoluta de que la dirección de la Agencia Tributaria estatal es cómplice de la corrupción tanto si gobierna el PSOE como el PP, pero luego te encuentras con técnicos de Hacienda que han denunciado a su propia dirección por complicidad o por mala praxis en la lucha contra el fraude fiscal. El juez Velasco [instructor de la operación Púnica] dijo que sin la colaboración ciudadana no lo hubiera podido hacer.

¿Cómo ha cambiando "La dirección de la Agencia Tributaria estatal es cómplice de la corrupción tanto si gobierna el PSOE como el PP"Xnet desde su nacimiento en 2008, cuando estaba más vinculado a la defensa de Internet y la cultura libre?

Somos muy pragmáticos y actuamos en función de lo que se necesita. Durante mucho tiempo lo fundamental era defender la importancia de Internet y la población del Estado español ha demostrado que lo ha entendido muy bien y ha sabido usarlo como lo que es, una gran herramienta política. Con la llegada del 15M se ve el uso de Internet para hacer revoluciones y a partir de aquí vamos actuando en más ámbitos a partir de las necesidades. Por ejemplo, el 15MpaRato surge de una reflexión conjunta con la plataforma Auditoría Ciudadana de la Deuda de utilizar herramientas digitales para auditar a cosas concretas.

El empoderamiento ciudadano, la necesidad de articular luchas en red y el mayor impacto mediático de éstas son, en parte, consecuencia del 15M.

Sí. Creo que hay dos lecturas del 15M, que nace como una revolución en red. Hay estructuras anteriores que se han sabido diluir, para aprender y que han comprendido y aceptado la necesidad de trabajar en red, como la PAH. Y también hay otras estructuras que han salido muy fortalecidas, pero cooptando el espacio de los movimientos y reproduciendo formas anteriores. Se han quedado con una marca pero no se han adaptado al trabajo en red.

¿Te refieres a Podemos?

Yo no digo nada, pero hay muchas estructuras que lo han malinterpretado, sobretodo viniendo de la izquierda, y se han quedado sólo con el hecho masivo de mucha gente en la calle, con mucho empoderamiento y todos a la vez, que para mí es sólo un aspecto de todo. En cambio, otra gente ha entendido el trabajo en red del 15M, que es catalizador y superefectivo.

2015 es un año muy cargado a nivel electoral. ¿Antes de las elecciones municipales destapareis algún escándalo de corrupción?

A nivel de Grupo Anticorrupción estamos trabajando en muchas cosas y al menos en Catalunya sacaremos dos o tres cosas bien fuertes antes de setiembre. A nivel de municipales, también tenemos muchísima información en el BuzónX. Queremos hacer un trabajo como Xnet para denunciar el voto captivo en el Estado español, ya que hay muchas localidades donde la gente no puede votar libremente.