"Cuando se otea el cementerio no se ve más que un campo de ruinas, todas las tumbas han sido derribadas o pulverizadas, se ha destruido la entrada, el monumento a los deportados está pulverizado y no queda más que la base, es la sexta profanación que presencio, pero esta vez es, claramente, la más grave",dice Jacques Wolff, representante de la comunidad judía del pueblo.
Casi trescientas tumbas arrasadas en el cementerio judío de Sarre-Unión, una localidad alsaciana de unos 3000 habitantes.
El cementerio se encuentra algo apartado de zonas habitadas, lo que explicaría que la destrucción, descubierta ayer, un trabajo considerable, haya podido realizarse entre el jueves y el domingo sin que nadie la reparara, señala la policía.
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