En sólo cinco días han sido tres los autobuses de línea que han sido secuestrados en México y sus pasajeros han sufrido robos y en algunas ocasiones violaciones por parte de los delincuentes.

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El método delictivo siempre es el mismo, los asaltantes colocan piedras y troncos en la carretera obligando al vehículo a parar, momento que ellos aprovechan para amenazar al conductor con armas de fuego y hacerse con el control del medio de transporte. Si algún conductor no se detiene, entonces disparan a las ruedas.

El caso más grave ha ocurrido la madrugada del pasado 20 de enero. Según explican los medios locales un autobús con 25 pasajeros que salió de la localidad de Tierra Blanca, en Veracruz, fue interceptado alrededor de las 01:00 horas a la altura de la localidad de El Amate. Un tronco puesto en el asfalto hizo parar al autobús, momento que aprovecharon dos hombres armados para hacerse con el control del transporte y desviarlo hacia un paraje solitario.

Durante el tiempo de ese trayecto varios de los pasajeros llamaron a la Policía, que nunca dio respuesta y en muchos casos lo que se encontraron es que saltaba directamente el buzón de voz. Los delincuentes acabaron violando a todas las mujeres y robando a todos los pasajeros sus pertenencias. El Ejército montó después un dispositivo de búsqueda que por ahora no ha dado resultado.

Es el tercer robo de estas características en cinco días. Los pasados 15 y 16 de enero otros dos autobuses fueron desviados por el mismo método y también a sus pasajeros les fueron robadas todas sus pertenencias.

El pasado 27 de diciembre, un autobús que viajaba de Puebla a Cancún fue también interceptado y en aquella ocasión, tras realizar todo tipo de tocamientos a los pasajeros que se negaban a entregar sus pertenencias, fue violada una joven de 17 años, exactamente lo mismo que ocurrió en octubre con otro autobús en Veracruz que también acabó con la violación de una joven y el robo de todos los pasajeros.