Un cráneo humano parcial, encontrado en un yacimiento de Kenia, sugiere que los primeros seres humanos que vivieron en África fueron increíblemente diversos.
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El cráneo, de 22.000 años de antigüedad, aunque no pertence a una nueva especie y se corresponde claramente con la de un ser humano anatómicamente moderno, sí es muy diferente de hallazgos similares ocurridos en África y Europa con el mismo periodo temporal, dijeron los investigadores.

"No se parece a nada de lo existente, y muestra la diversidad original que hemos perdido desde entonces", dijo el coautor del estudio Christian Tryon, un arqueólogo del Paleolítico en el Museo Peabody de la Universidad de Harvard, en Cambridge, Massachusetts. "Es probablemente un linaje extinto".

El mismo yacimiento también contiene depósitos que son dos veces más antiguos que el cráneo, incluyendo cáscaras de huevo de avestruz de 46.000 años de antigüedad que se utilizaron para hacer cuentas. Los nuevos hallazgos podrían revelar información sobre los cambios en la cultura humana que tuvieron lugar cuando los antepasados ​​de los seres humanos de hoy en día salieron de África, hace unos 50.000 años.

Período misterioso

Hace unos 12.000 años, los seres humanos comenzaron a practicar la agricultura, vivían en asentamientos más poblados y enterraban a sus muertos, por lo que los esqueletos más recientes son más abundantes, dice Stanley Ambrose, arqueólogo y paleoantropólogo de la Universidad de Illinois, en Urbana-Champaign, quien no participó en el estudio.

"Sin embargo, se sabe relativamente poco acerca de los individuos que vinieron antes que ellos. Sólo un puñado de entierros humanos en todo el mundo datan a partir de hace unos 12.000 a 30.000 años", dijo Ambrose.

Para obtener más información acerca de este período perdido de la historia humana, Tryon y sus colegas echaron un segundo vistazo a los especímenes que están guardados en las colecciones del Museo Nacional de Kenia, en Nairobi. Los fósiles fueron desenterrados en la década de 1970 en el refugio rocoso de Lukenya Hill, un promontorio de granito que domina la sabana keniata (abajo).
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Entre los hallazgos estaba la parte superior de un antiguo cráneo. El equipo tomó varias medidas del mismo, y luego lo comparó con los cráneos de los neandertales y con otros varios cráneos fósiles humanos del mismo y distinto periodo temporal, así como con los cráneos de los humanos de hoy en día.

Aunque dicho cráneo pertenece claramente a un Homo sapiens anatómicamente moderno, susdimensiones son marcadamente diferentes de los cráneos de Europea y África con la mismaantigüedad. Además, el cráneo era más grueso, ya fuera porque sufrió daños, estrés nutricional o una infancia muy activa. (No hay suficiente evidencia para decir que el fósil representa una subespecie de Homo sapiens, dijo Tryon).
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Virtual reconstrución del cráneo KNM-LH 1
Mediante la medición de la proporción de isótopos radiactivos de carbono (o átomos de carbono con diferentes números de neutrones), el equipo llegó a la conclusión de que tenía alrededor de 22.000 años de antigüedad. Eso significa que este antiguo humano habría vivido durante el apogeo de la última Edad de Hielo.

Los africanos de hoy en día tienen mayor diversidad genética que otras poblaciones. Pero los nuevos resultados sugieren que durante este primer período de la historia humana, África pudo haber soportado aún mayor diversidad humana, con pequeños linajes que ya no existen en la actualidad, dijo Tryon.

Las colecciones de artefactos más profundas en el yacimiento revelaron cáscaras de huevo de
avestruz (las cuales se utilizaron para hacer cuentas), así como pequeñas lascas de piedra conocidas como pertenecientes a la tecnología Levallois. Muchos de los artefactos oscilan entre 22.000 y 46.000 años de antigüedad.
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Punta Levallois
Momento en que 'se activa la luz'

Los hallazgos provienen de un momento dramático en la historia humana.

Alrededor de este periodo, muchos científicos creen que "el 'interruptor de luz' se activó y las personas se volvieron, de repente, más inteligentes", dijo Tryon a Live Science.

Durante el periodo comprendido entre hace 20.000 y 50.000 años, la gente comenzó a transitar más a menudo rutas a grandes distancias para intercambiar cuentas decorativas, al tiempo que hacían puntas de piedra ligeras, las cuales no eran muy diferentes de las cuchillas de flechas encontradas en tumbas egipcias que datan de unos 4.000 años atrás, dijo Ambrose.

"Ellas son pequeños segmentos de lascas muy simples, ligeras y fáciles de hacer, que encajan bien en las pequeñas ranuras de los extremos y laterales de las flechas", dijo Ambrose a Live Science. "Sabemos que los egipcios ponían veneno en ellas".

El redescubrimiento de fragmentos procedentes de Lukenya Hill son importantes, dado que las evidencias de cultura humana, provenientes de este momento crítico, son increíblemente raras, dijo Ambrose.

Los artefactos de Lukenya Hill se describen en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.