En Kiev se ha desatado un conflicto entre el Gobierno de Piotr Poroshenko y el oligarca Ígor Kolomoiski, quien volvió a ocupar con grupos armados otra de las empresas petroleras más importantes del país, Ukrnafta.

El ministro del Interior ha dado un ultimátum de 24 horas para que las compañías privadas militares que bloquearon la entrada a la oficina en la capital ucraniana entreguen las armas.


El presidente Poroshenko también ha enviado dos batallones de la Guardia Nacional para difundir "la creciente tensión en la región".
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© AP/ Efrem Lukasky
Kolomoiski, gobernador de la región de Dnepropetrovsk, a quien pertenece el 42% de las acciones de la empresa Ukrnafta, indicó ante la prensa que no permitirá que le quiten el control de la compañía.

También el oligarca ucraniano advirtió que presentará una denuncia ante la fiscalía contra las personas que actúan, como dijo, en nombre del presidente Poroshenko.

La semana pasada Ígor Kolomoyski irrumpió con un grupo de personas armadas en la sede de otra petrolera en Kiev, Ukrtransneft. La violenta ocupación se produjo después de que fuera destituido el exdirector de la empresa, Alexandr Lazorko.

Diversas fuentes indican que Lazorko protegía los intereses del oligarca, una de las figuras más importantes en los negocios de Ucrania y que también financia algunos batallones que operan en el sudeste del país.