Dos hombres intentaron forzar en un vehículo el portón principal del cuartel de Fort Meade en Maryland, a unos 32 kilómetros de Washington. En el intercambio de disparos con los agentes de seguridad ha muerto uno de los asaltantes, mientras que el otro ha resultado herido grave.

Un policía de la NSA que custodiaba la entrada también ha resultado herido.

Fort Meade es el cuartel general de la NSA y base operaciones de numerosas divisiones del ejército estadounidense. Más de 6.000 soldados viven en Fort Meade, mientras que otras 30.000 acuden a diario para trabajar en sus instalaciones.
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© REUTERS/ Courtesy of NBC4Washington

El FBI, que investiga el incidente, habría descartado inicialmente la posibilidad de que se trate de un atentado terrorista. Mientras los investigadores interrogan a los agentes implicados, el país recuerda otros problemas de seguridad recientes.

Sin ir más lejos la detención, el pasado 4 de marzo, de Hong Young, antiguo funcionario de prisiones, después de un tiroteo a las puertas de Fort Meade.


Sin olvidar los problemas relacionados con el Servicio Secreto, entre cuyas atribuciones figura la protección del presidente. Su directora, Julia Pierson, dimitió el pasado octubre tras conocerse que un contratista armado con una pistola había compartido un viaje en ascensor con el presidente Obama.

En septiembre de 2014 un hombre con un cuchillo burló los controles de seguridad de la Casa Blanca y fue detenido el interior del edificio.