Son bien conocidos los efectos beneficiosos de hablar dos idiomas, como mínimo, desde pequeños. Se dice que puede proteger contra la demencia, programa al cerebro para el aprendizaje de nuevos idiomas, estimula la capacidad de desarrollo intelectual y, ya en términos mucho más prácticos, puede favorecer la comunicación de los niños con personas de otros países, abrir el campo cultural y, con el paso de los años, facilitar la búsqueda de trabajo.

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Los beneficios en el cerebro de ser bilingüe: ¿pueden replicarse con el aprendizaje de un segundo idioma en la edad adulta? Al parecer, sí, según un nuevo trabajo de investigadores de la Escuela de Psicología de la Universidad de Kent (Reino Unido) y publicado en la revista PNAS. Este aprendizaje del segundo idioma debe llevarse a cabo en condiciones similares a las de un hablante nativo cuando aprende su idioma materno, es decir, en un entorno inmersivo(irse a vivir a un país donde hablan otro idioma, tener una relación estable con alguien que habla otro idioma, etc.).

Materia blanca, mielina y ser bilingüe

En sus experimentos, los científicos han mostrado el papel de la materia blanca en todo el proceso de adquisición de un nuevo idioma. En concreto, han resaltado que la cobertura de mielina de esta materia blanca, que garantiza la transmisión de los conocimientos en dicha materia al evitar la fuga de información del axón nervioso, mejora tanto en personas bilingües como en las que aprenden un segundo idioma. Al analizar las imágenes cerebrales obtenidas de los participantes (bilingües nativos y personas con aprendizaje de un nuevo idioma posterior), los investigadores observaron que tanto unos como otros poseían los mismos grados de mielinización de los axones. Estos resultados no se correspondían con los participantes monolingües.

Cerebro
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Por lo tanto, el bilingüismo de inmersión, incluso ser bilingüe tardío, conduce a cambios estructurales que pueden aportar beneficios en la edad avanzada. Las ventajas que apuntan los investigadores son una mayor integridad de la materia blanca, correspondiente una mayor eficiencia en la transmisión de la información.

Décadas de confusión

Hoy día los beneficios del bilingüismo parecen innegables. La realidad es que han sido necesarios muchos estudios sólidos que tiraran por el suelo a décadas de creencias sobre el hecho de que aprender dos lenguas podía crear confusión en el cerebro, sobre todo en el caso de los niños.

Como beneficios sumados a los ya citados al principio de este artículo, estudios más recientes han constatado que el bilingüismo mejora la atención y la memoria; permite que los niños puedan identificar si dos idiomas son diferentes aunque no los conozcan; o mejora el aprendizaje en el sentido que facilita el "hacer más de una cosa a la vez" y discernir fácilmente entre aquello que es importante o no.

Fuente | SINC, El Mundo