El presidente Vladimir Putin aprobó este lunes la entrega de un sofisticado sistema de misiles de defensa aérea a Irán, posiblemente complicando las negociaciones del programa nuclear de Teherán y tensionando aún más los vínculos con Washington.

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La venta también podría socavar los esfuerzos que está haciendo la administración de Obama para venderle al Congreso y a los aliados extranjeros el trato nuclear, que Irán y Estados Unidos siguen teniendo problemas para concretar. También podría reducir la ventaja que tiene Estados Unidos en las negociaciones haciendo más difícil para ese país o Israel llevar a cabo ataques aéreos en contra de la infraestructura nuclear de Irán, si el país ignora tal acuerdo.

"Es significativo ya que complica los cálculos para la planeación de cualquier opción militar relacionada con los ataques aéreos", comentó David A. Deptula, un general de tres estrellas retirado que se desempeñó como subjefe de inteligencia, vigilancia y reconocimiento de la Fuerza Aérea.

El trato, que tiene un valor estimado de 800 millones de dólares para Rusia, también confirmó los temores que tienen los israelitas y árabes con respecto a que un pacto nuclear y el subsiguiente levantamiento de las sanciones podrían impulsar la economía iraní, convirtiéndola en un formidable poderío regional.

No se anunció ninguna fecha límite para entregar el armamento, misiles S-300 tierra-aire. La venta fue suspendida durante cinco años en medio de una serie de sanciones aplicadas por las Naciones Unidas en contra de la República Islámica.

Sergey Lavrov, ministro ruso del exterior, comentó que complicar las continuas negociaciones con Irán y su programa nuclear para la venta de misiles podría ayudarlos.

"Fue hecho con buena voluntad con el fin de alentar el progreso en las negociaciones", comentó Lavrov a través de un comunicado que fue televisado. "Creemos que la necesidad de este tipo de embargo, de hecho, el otro embargo voluntario ruso ha desaparecido completamente".

El trato de los misiles no representa una amenaza para Israel, aseguró Lavrov, haciendo hincapié en que el S-300 es un arma para la defensa.

Los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y Alemania han estado negociando con Irán durante años para tratar de asegurarse de que su programa nuclear siga siendo pacífico.

El amplio marco del acuerdo al que se llegó en Lausanne, Suiza, el 2 de abril fue preliminar, ya que aún tienen que resolverse varios asuntos difíciles para la fecha límite del 30 de junio, incluyendo el ritmo al que las sanciones deberán ser levantadas.

Lo último que quieren ver los partidarios del acuerdo es la prisa por otorgarle beneficios a Irán antes de que se llegue a un trato final.

Junto con los congresistas republicanos, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, ha sido un severo crítico del trato nuclear, argumentando que no impedirá que Irán reciba las armas, liberándolo de las debilitantes sanciones económicas.