Biopsía liquida
Biopsía liquida
Normalmente, una "biopsia" corriente consiste en extraer un trozo de lo que queremos estudiar, en este caso un trozo de tumor si intentamos diagnosticar un cáncer. Pero como cabría imaginar, realizar una biopsia puede ser doloroso y desde luego muy invasivo, por lo que sería realmente rápido, cómodo y barato poder extraer datos directamente desde la sangre, ¿no?

Biopsía liquida
En anteriores ocasiones hemos hablado sobre análisis de sangre para diagnosticar cáncer de mama, o cáncer de pulmón, pero en esos estudios se buscaban biomarcadores específicos. Esta vez lo que pretende la ya denominada "biopsia líquida" no es buscar esos biomarcadores, sino ADN del tumor directamente en sangre, pues algunos pequeños fragmentos llegan al torrente sanguíneo y podríamos ser capaces de detectarlos. Y de hecho, podemos, según un nuevo estudio publicado en The Lancet Oncology.

Pero esta biopsia líquida, que muchos verán como un análisis de sangre más (aunque no es tan fácil), no sólo servirá para diagnosticar el cáncer, sino también para comprobar si el tratamiento usado para dicho cáncer está siendo efectivo o si por el contrario hay que buscar alternativas.

Biopsía liquida
Los investigadores que han llevado a cabo el estudio, por parte del Instituto Nacional del Cáncer de EE.UU, advierten de que aún se necesitarán más evaluaciones de precisión y fiabilidad en la prueba, pues el estudio ha sido pequeño y en algunos cánceres en particular: Cáncer de pulmón, cáncer de colon y cáncer de sangre (leucemia o linfoma). En este primer estudio publicado en The Lancet Oncology participaron 126 individuos con linfoma, donde se consiguió detectar el cáncer hasta con tres meses de antelación respecto al típico TC. Además, la biopsia líquida también consiguió identificar a los individuos que no respondían a los tratamientos.

Por lo visto, la idea de una prueba de estas características (detectar ADN directamente en sangre) viene de hace dos años, por un descubrimiento sobre fetos: En la sangre de los fetos existen pequeños fragmentos de ADN de la madre, y ahora sabemos que todas las células en crecimiento (incluidos por supuesto los tumores) también vierten estos fragmentos a la sangre durante su desarrollo.)

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La búsqueda de estos minúsculos pedacitos de ADN no es fácil, pues ya de por sí era difícil buscar los típicos biomarcadores de las diferentes enfermedades o cánceres, y existen multitud de moléculas flotando en nuestra sangre. Es como buscar una aguja en un pajar, vaya. Además, tan solo se mantienen en sangre durante un par de horas antes de ser metabolizados, por lo que este método de detección solo sirve si se encuentran mutaciones específicas del cáncer (a modo de código de barras de la enfermedad).

Por su parte, este tipo de biopsia líquida también puede mejorar los métodos estándar de evaluación de eficacia de los tratamientos. Actualmente se suele monitorear los síntomas, como el dolor o la dificultad respiratoria, pero existen pacientes sin dichos síntomas que siguen empeorando, o pacientes que mejoran de su enfermedad pero siguen mostrando estos síntomas (cada individuo tiene un umbral de dolor diferente).

También se pueden usar pruebas de imagen, como el TC mencionado anteriormente, pero dichas exploraciones pueden tardar semanas o meses en detectar una disminución del tamaño del tumor, pues también detecta tejidos de alrededor además del cáncer estudiado. En otras palabras, la zona podría contener solo tejido conectivo o cicatricial, ocupando el mismo espacio que el tumor, y este podría haber disminuido o desaparecido sin poder detectarse en dichas pruebas. Son lesiones residuales que en muchas ocasiones pueden ser indistinguibles del tumor en tratamiento, y esta biopsia líquida podría ayudar a evitar equivocaciones, ya que si el ADN desaparece de la sangre es un signo inequívoco de que el tumor ha disminuido o desaparecido.

Equipo TC
TC
Desde el punto de vista opuesto, si el tumor muta, se desarrolla o metastatiza llegando a otras zonas del organismo, esto podría ser detectado gracias al aumento de ADN sanguíneo de dicho tumor, y por tanto detectado mediante este nuevo análisis. Evidentemente hacer una biopsia típica y arrancar un pedazo de un órgano cada semana es poco factible, pero realizar un simple análisis de sangre semanal es algo mucho más cómodo y poco invasivo.

Finalmente, parece que el uso de esta nueva prueba también podría ser predictivo, como demostró un estudio llevado a cabo con 250 pacientes tras la cirugía. Se buscó ADN detectable en sangre, y resultó que el 80% de los tumores que recurrieron tras la cirugía (volvieron a aparecer a pesar de la operación) tenían ADN sanguíneo detectable, en comparación al 6-8% de las recurrencias que no tenían dicho ADN detectable.

ADN
ADN
Ahora, un nuevo estudio a cargo del Walter & Eliza Hall Institute of Medical Research con 450 pacientes aleatorizados comprobará la eficacia de la prueba de ADN en sangre. Los que den positivo en la prueba de biopsia líquida recibiran quimioterapia, pensando en que se trata de una posible recurrencia del cáncer, mientras que los que tengan una prueba de ADN sanguíneo negativa recibirán el tratamiento habitual.

Puede que suene "poco ético", pero debemos pensar que sin el uso de dicha prueba, todos los pacientes recibirían el tratamiento habitual (quimioterapia o no según los protocolos establecidos según las pruebas actuales y el tipo de cáncer, sin tener en cuenta el ADN sanguíneo). Por su parte, los médicos se preocupan por la posible ansiedad que genere un resultado positivo y no saber si la quimioterapia será útil, pero este será el primer estudio que pueda demostrar la eficacia de esta prueba a nivel clínico.