Aviones de la coalición que encabeza Arabia Saudí han vuelto a bombardear este miércoles posiciones de los rebeldes Huthi en Yemen, a pesar del anuncio la víspera del fin de la Operación Tormenta Decisiva. Las incursiones confirman que la intervención militar no ha concluido, sino que ha entrado en una nueva fase. Irán, la Liga Árabe y EE UU han celebrado el cese de los bombardeos intensivos, en la esperanza de que permita reanudar el diálogo. Sin embargo, los Huthi exigen que paren todos los ataques aéreos.
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© EFEUn artificiero examina el terreno tras un bombardeo en Saná (Yemen), este miércoles.

Comentario: ¿Celebran el cese de fuego realmente ó celebran que están logrando su cometido?


El sobrevuelo de varios cazas sembró el pánico en Saná, la capital yemení, a última hora de la tarde, después de que sus habitantes hubieran pasado la primera noche sin sobresaltos desde que hace un mes empezaran la campaña militar. La alarma coincidió con la manifestación de miles de simpatizantes Huthi para denunciar que continúa la agresión saudí.

La cadena Al Ekhbariya dijo que se habían producido cinco bombardeos. En el primero de ellos, la aviación aliada buscaba romper el cerco Huthi a una brigada que se ha mantenido leal al presidente Abdrabbo Mansur Hadi en Taiz, al suroeste. Poco después, el objetivo fue una concentración de esos milicianos en la misma ciudad, según residentes citados por las agencias de noticias. Los insurgentes también fueron atacados desde el aire en la periferia de Adén, el gran puerto del sur. Además, en esa región continuaron los enfrentamientos entre fuerzas pro y anti Huthi.

Tras el anuncio el martes del fin de la campaña aérea, el portavoz militar saudí, el general Ahmed al Asiri, precisó que la coalición se reservaba el derecho de bombardear, caso por caso, los movimientos sospechosos de los rebeldes. Al mismo tiempo, presentó el inicio de una nueva operación, con el nombre de Restaurar la Esperanza, centrada en la seguridad interna del reino, la contrainsurgencia y el proceso político en Yemen, que según los analistas podría llevar a otro tipo de intervención.
"Es un cambio importante en las operaciones militares y significa que la campaña ha completado su fase más delicada y peligrosa, y entrado en otra (...) cuyo énfasis estará en el apoyo a la resistencia yemení"
Interpreta el director del diario panárabe de capital saudí Al Sharq Al Awsat, Salman al Dossari, en su editorial de este miércoles.

El giro ha sorprendido a los observadores. The New York Times menciona la presión que, según funcionarios estadounidenses, ha "ejercido la Administración Obama para que los saudíes y otros países árabes suníes pongan fin a los bombardeos". Aunque EE UU ha facilitado apoyo logístico y de inteligencia, las muertes de civiles y los daños a las infraestructuras estaban suscitando numerosas críticas. El Comité Internacional de la Cruz Roja ha calificado de"catastrófica" la situación humanitaria en Yemen.


Comentario: Una presión "superficial" porque EE.UU. no ha condenado esto de manera pública, simplemente dice que va a "mediar" pero en realidad siempre ha apoyado a Arabia Saudita en sus acciones.


La inmediata reacción positiva de Irán al anuncio saudí la misma noche del martes desató especulaciones sobre una posible negociación secreta. Riad ve la mano iraní tras el ascenso de los Huthi y su intervención en su vecino del sur ha tratado tanto de frenar a ese grupo como de enviar un mensaje a Teherán. También el principal aliado de los Huthi sobre el terreno, el expresidente yemení Ali Abdalá Saleh, acogió favorablemente la medida saudí e hizo un llamamiento al diálogo.

Además, el hecho de que los Huthi liberaran al ministro de Defensa y a dos generales que tenían presos, uno de ellos hermano del presidente Hadi, se interpreta como un gesto positivo. Sin embargo, el portavoz de los rebeldes, Mohamed Abdelsalam, asegura en un comunicado que sólo volverán a las conversaciones patrocinadas por la ONU "tras un cese completo de la agresión".

La madrugada anterior, en un discurso televisado desde Riad, donde se encuentra exiliado, Hadi prometió "la victoria" y dijo que va a regresar pronto a Yemen. Pero a pesar del éxito que proclaman los saudíes, no parece que estén cerca de restablecer su autoridad. De momento, no sólo la capital sigue en manos de los Huthi sino que, según el American Enterprise Institute, el grupo y sus aliados han extendido sus áreas de influencia desde el inicio de la campaña militar.