"Esta situación puede estar siendo alimentada de forma exógena por Occidente, ya que la dirección que estaba tomando el gobierno macedonio no le agradaba", asegura el especialista.
La insatisfacción interna que se vive en el país puede que esté siendo utilizada para alinear más al país de los Balcanes con Occidente, según Blas.
Hace unos días, el canciller ruso, Serguéi Lavrov, sugirió un argumento similar. El ministro aseguró ante los medios que Rusia no excluye que la desestabilización que vive Macedonia esté vinculada a su negativa a sumarse a las sanciones contra Moscú.
Según el experto consultado por esta agencia, "parece una oportunidad para detener o intervenir en la evolución del gasoducto south stream que contempla pasar por Macedonia. No es casualidad que su recorrido sea por países que tienen una política más orientada a la no alineación total con Occidente respecto a Rusia: Turquía, Grecia, Macedonia, Serbia y Hungría", contempla Blas.
Según el profesor, lo que está ocurriendo en el país es "bastante complejo".
El objetivo de las movilizaciones es forzar la dimisión del primer ministro y su Gobierno, las personas que se están movilizando bajo el llamamiento del partido socialdemócrata ya lo han dejado claro.
"Hace tiempo que ha ido creciendo la insatisfacción contra el gobierno entre la población, especialmente importantes han sido las movilizaciones de los estudiantes", explica Blas.Las políticas que se aplican, la ausencia de progreso en el proceso de integración europea, la crisis económica y la corrupción podrían explicar parte de lo que está ocurriendo, según cree el especialista.
Estas protestas tienen "puntos de conexión" con lo que se ha conocido como las revoluciones de colores, según afirma Blas, aunque no tanto con el caso del Maidán.
"En el caso de Ucrania, se diferencia de las revoluciones de colores en la toma del poder con violencia y contra el orden constitucional vigente, un golpe de estado", concluye el experto.
Comentario: Es una guerra contra Rusia en el campo de la información, y también en el campo abierto. Lo impresionante es que en vez de incluirse en un mercado global como un jugador importante, Occidente simplemente no permite que nadie más juegue.
Tanto si se llega a hacer visible una conexión de Occidente con las protestas en Macedonia como si no, la postura del gobierno macedonio a futuro va a afectar de manera directa a Rusia, así que asumir lo peor no es nada descabellado.