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Un equipo de científicos logró develar uno de los mecanismos de formación del cerebro. El hallazgo permitiría comprender numerosas enfermedades, entre ellas la esquizofrenia y el autismo.

Cuando el cerebro humano se desarrolla, las células nerviosas recién formadas se trasladan a diferentes regiones. Luego se conectan entre sí para formar los complejos circuitos y redes que son responsables de múltiples funciones. Si en ese proceso de migración algo falla, las consecuencias suelen ser devastadoras.

Un equipo de científicos del Instituto Scripps descubrió que una molécula llamada reelina es un factor clave para ese traslado hacia el neocórtex, la parte del cerebro responsable de funciones como el movimiento y el lenguaje. La investigación, encabezada por Ulrich Mueller, es publicada en la edición de hoy de la revista Neuron.

"Estos resultados son importantes para comprender los mecanismos por los que mutaciones en el gen de la reelina provocan defectos neurológicos en humanos", resumió a El País Isabel Martínez Garay, una de las autoras principales de la investigación, de la que también participó como autor principal Franco Santos.

Vacilantes. La génesis de ese descubrimiento se remonta a más de 50 años. Fue en ese momento que investigadores descubrieron una cepa de ratones que presentaban problemas de movilidad. Décadas después se probó que esos ratones -llamados "reeling gait", es decir "andar vacilante"- estaban afectados por una mutación genética. La molécula se denominó reelina.

También se logró demostrar que el defecto se heredaba, lo que sugirió a los investigadores que la organización cerebral está estrictamente regulada a nivel genético.

Estudios posteriores demostraron que mutaciones en el gen humano de la reelina también provocan efectos graves en el desarrollo y la función del sistema nervioso. Ese gen se encuentra mutado en niños que tienen el cerebro liso, sin sus característicos pliegues (lisencefalia), o muy pequeño (microcefalia).

"Sin embargo, la forma concreta en que este gen afecta al cerebro seguía sin estar clara. Nuestro estudio por fin clarifica la función de la reelina", explica Martínez Garay.

Innovador. Desde la identificación de la reelina, en 1995, científicos descubrieron que la proteína correspondiente es liberada por ciertas células nerviosas y se une a los receptores de otras células nerviosas. Ese enlace desencadena una cascada de reacciones químicas.

"Sabíamos que la reelina se une a los receptores e inicia diferentes vías de señalización, pero una cuestión que queríamos responder es: ¿Esas vías regulan la migración? Y si lo hacen, ¿cómo?", dice Mueller. En los últimos cinco años ese tema ocupó a este grupo de científicos.

"Nosotros hemos estudiado la función de la reelina en el desarrollo de una estructura cerebral en concreto: el córtex cerebral, donde residen las funciones cerebrales superiores", señala Martínez Garay. Y agrega: "El córtex es donde se integra la información para crear una representación interna del mundo exterior y es también la estructura cerebral que más se ha desarrollado en humanos y que nos hace ser quienes somos".

Para desarrollar su estudio, el grupo combinó varias tecnologías aparecidas en los últimos años. En concreto, marcaron con fluorescencia las células nerviosas del cerebro de embriones de ratón. Luego, con microscopios especiales pudieron observar cómo esas células se movían en tiempo real en el neocórtex del cerebro.

Con este método compararon el movimiento de las células nerviosas en ratones normales -con la vía de señalización de la reelina intacta- con otros mutantes, en los que la ruta para la reelina había sido bloqueada.

"Nuestro estudio demuestra que la reelina afecta a una forma específica de migración neuronal durante el desarrollo del córtex cerebral, denominada translocación somática. En ausencia de reelina, este tipo de migración no sucede de forma correcta, lo que afecta al desarrollo del córtex y a cómo las neuronas se conectan entre sí. Nuestros resultados también vinculan la reelina con varios otros genes considerados importantes para el desarrollo cerebral", resume la científica.

Los resultados que obtuvieron, estiman los investigadores, son importantes para comprender los mecanismos por los que mutaciones en el gen de la reelina provocan defectos neurológicos en humanos. "En los últimos años se ha empezado a considerar que desórdenes como el autismo y la esquizofrenia pueden presentar un componente de desarrollo. Cuanto más sepamos acerca de cómo se desarrolla el córtex cerebral, más fácil resultará identificar genes candidatos que puedan estar implicados en esas enfermedades", señala Martínez Garay.

En el futuro, Mueller cree que los estudios deberán focalizarse en identificar "nuevos jugadores". Y a medida que se descubran nuevas moléculas planea colaborar con genetistas para buscar mutaciones en los genes correspondientes a las personas. "Podríamos encontrar otros genes involucrados en la esquizofrenia y el autismo", estimó.

"Nuestro estudio clarifica la forma en que este gen afecta al cerebro".

Aspectos clave

Proceso

Durante el desarrollo del cerebro, las células madre generan neuronas que posteriormente migran a diferentes regiones, donde formarán conexiones con otras neuronas para generar estructuras.

Molécula

La reelina es una de las moléculas más conocidas de entre las que regulan ese proceso.

Hallazgo

Hasta ahora no estaba claro de qué forma ese gen afectaba al cerebro. Este equipo de científicos demostró que la reelina afecta a una forma específica de migración neuronal durante el desarrollo del córtex cerebral.