El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, manifestó este martes en una entrevista a Bloomberg que Rusia puede aguantar por largo tiempo las sanciones impuestas por Occidente, que de hecho contribuyen en cierto modo a la diversificación de la economía del país.
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"Estimamos que en estas condiciones podemos vivir mucho tiempo", dijo Lavrov en una entrevista a Bloomberg.

El jefe de la diplomacia rusa explicó que las autoridades del país han decidido aprovechar las circunstancias actuales para apostar por la diversificación de la economía del país.

"Nos hemos concentrado en utilizar las circunstancias actuales para diversificar nuestra economía", señaló.

No habrá reinicio... por ahora

Lavrov negó que los recientes contactos de alto nivel entre Rusia y EEUU constituyan un reseteo de las relaciones entre los dos países.

"Actualmente somos muy realistas en nuestro diálogo. El presidente (ruso Vladímir) Putin (...) se comunica con el presidente (de EEUU Barack) Obama por teléfono para abordar esferas de posible cooperación (...)", dijo.

Sin embargo, precisó que "no lo llamaría un nuevo reinicio en las relaciones (bilaterales)".

Ucrania, en la mira de Rusia y EEUU

Moscú y Washington acordaron mantener un canal bilateral de contactos para los diálogos sobre Ucrania, añadió el canciller ruso.

"Acordamos con Kerry mantener los contactos regulares entre Washington y Moscú para intercambiar nuestras valoraciones y observar cómo podemos influir en las partes del conflicto para conseguir una implementación total de los acuerdos de Minsk", declaró Lavrov.

Por otra parte, Lavrov se pronunció en contra de la ampliación del formato de Normandía, constituido en la actualidad por Alemania, Francia, Ucrania y Rusia, para abordar la crisis en Ucrania.

"Si todos los participantes del Grupo de Contacto, del cuarteto de Normandía, quieren cambios, no nos opondremos; pero pienso que los estadounidenses comprenden que todo es tan frágil que cualquier 'novato' puede desestabilizar el proceso", comentó.

Moscú ve posible un acuerdo sobre Irán

"Si todas las partes respetan lo acordado durante el proceso en Lausana, es posible lograrlo (el acuerdo final) para finales de junio", dijo.

Además, aseguró, Moscú apoya las inspecciones de las instalaciones nucleares de Irán, sin embargo, se opuso a que los miembros del Grupo 5+1 visiten todos los objetos militares.

"Rusia está dispuesta a contribuir, pero no creemos que todas las instalaciones militares deban ser abiertas para las inspecciones, ya que se trata de la seguridad nacional del país", sostuvo Lavrov.

Críticas a la coalición contra el EI

Rusia insiste en que la coalición internacional contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI) coordine sus acciones con el Consejo de Seguridad de la ONU, declaró el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov.

"Habríamos preferido tener una coalición basada en la ley internacional", dijo tachando de "un error" la campaña iniciada contra el EI sin el visto bueno del Consejo de la Seguridad y sin acordarlo con Damsco.

A la vez Lavrov indicó que Rusia "no está en contra de las acciones de la coalición", sin embargo recordó que Moscú empezó a contribuir en la lucha contra el EI mucho más antes que la coalición.

Destacó que Rusia suministraba armas a Siria e Irak para que ambos países fueran capaces de hacer frente a los yihadistas, mientras EEUU permanecía "reacio".

El 'caso FIFA'

Las autoridades suizas o estadounidenses han de presentar una solicitud oficial a Rusia si pretenden interrogar al ministro ruso de Deporte, Vitali Mutkó, en relación al escándalo en torno a la FIFA, declaró el canciller ruso, Serguéi Lavrov.

EEUU o Suiza "deben presentar una solicitud oficial, y el fiscal general (ruso) tomará la decisión correspondiente", afirmó.

El pasado miércoles The Guardian informó que la Fiscalía suiza había citado al ministro ruso de Deporte, Vitali Mutkó, al interrogatorio en el marco de la investigación de la corrupción en la FIFA.

Mutkó desmintió esta información y aseguró que no tenía "nada que esconder".

Según Lavrov, el escándalo en torno a la FIFA tuvo como objetivo influir en las elecciones presidenciales de la institución y no "arrebatarle la Copa Mundial 2018 a Rusia".