Los equipos de rescate continuaban buscando a los pasajeros del crucero con más de 450 personas a bordo que el lunes por la noche se hundió en el río Yangtsé, en el centro de China, probablemente a causa de un pequeño tornado.
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Más de 35 horas después de la catástrofe, el balance de víctimas aumentó a 26 muertos, algunos de los cuales fueron encontrados a unos 50 kilómetros río abajo del lugar del accidente, y de 14 rescatados.

La búsqueda de cuerpos se ampliará hasta la ciudad de Wuhan (centro), 220 kilómetros más al sur de China, anunciaron las autoridades, citadas por la televisión estatal CCTV.

En el lugar del naufragio, bajo una lluvia intensa, los equipos de rescate con el apoyo de un centenar de buzos continuaban registrando el casco del "Dongfangzhixing" ("Estrella de oriente"), que se hundió a 15 metros de profundidad.


El navío cubría la ruta entre dos antiguas capitales chinas, Nankín (este) y Chongqing (centro) y naufragó en la región de Jianli (provincia de Hubei).

Según la Oficina Estatal de Meteorología, un tornado golpeó brevemente la región de Jianli, acompañado de vientos de más de 117 km/h y de precipitaciones de más de 64 mm en una hora.

El tornado duró entre 15 y 20 minutos, a la hora en la que el navío naufragó, aunque la oficina no precisó su localización ni su trayectoria exacta.

Esto coincidiría con la versión de los dos rescatados, el capitán y el ingeniero jefe, que declararon que el barco había sido tomado por un "tornado". Los dos hombres estaban en manos de la policía para las labores de la investigación.

En las redes sociales en China, cada vez más internautas se preguntaban si los dos hombres no habrían abandonado la embarcación y a sus pasajeros.

Sin muchas esperanzas tras el naufragio

Con todo, las esperanzas de encontrar supervivientes parecían ínfimas.

"Espero un milagro", declaró en la ciudad de Chongqing (suroeste) el hijo de un hombre que llevaba diez años trabajando en el crucero, indicó el periódico China Daily.

El balance de víctimas será probablemente muy importante porque la mayoría de pasajeros eran jubilados.

El barco se hundió en menos de dos minutos el lunes por la noche como consecuencia de una tormenta cuando tenía 456 personas a bordo, según un nuevo registro oficial que incluye a los pasajeros y a los miembros de la tripulación y que no menciona ningún extranjero.

El martes los equipos de rescate cortaron el casco del barco y rescataron a tres personas que estaban debajo, indicó la agencia Xinhua.

A la espera de los resultados de la investigación, el ministerio de Transportes indicó que el barco, con una capacidad total de 534 personas, no estaba sobrecargado.

Poco antes del accidente "la lluvia golpeó el flanco derecho del navío y penetró en numerosas cabinas", contó Zhang Hui, uno de los rescatados, citado por la misma agencia.

En el hospital de la ciudad vecina de Jinali en China, las familias de las víctimas intentaban conseguir noticias de sus allegados el miércoles por la mañana.

"Mientras exista una esperanza, daremos el 100%, sin abandonar", afirmó el ministro chino de Transportes, Yang Chuantang.

Los socorristas acuáticos deben enfrentar fuertes corrientes y una ausencia casi total de visibilidad, indicó en televisión un responsable de salvamento, Zhang Jianxin.

"Es un barco de crucero, hay muchas cabinas (...) es una difícil prueba para los socorristas", destacó el responsable.

China lanzó una importante operación de rescate supervisada por el primer ministro Li Keqiang y en la que participan miles de personas.

Las autoridades disminuyeron el caudal de las turbinas de la famosa represa de las Tres Gargantas, situado aguas arriba en el Yangtsé, el más largo de Asia (6.300 km), para facilitar las operaciones de los socorristas acuáticos.