Hace unos días la Asociación de Afectados por Vacunas (AxV) emitía un comunicado en el que pedían que se informase bien antes de vacunar para minimizar las reacciones adversas graves, cosa que hoy no se hace. Lo publicábamos en el post titulado No somos antivacunas, queremos que se informe bien a las familias. Ahora es la Asociación de Afectadas por la Vacuna del Papiloma (AAVP) quien difunde una nota sobre sus observaciones de lo acontecido estos días de ruido mediático.
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En su comunicado la AAVP lamenta profundamente lo sucedido a Pau, el niño de Olot que está hospitalizado por haber contraído difteria, enfermedad de la que según informan las autoridades sanitarias no había sido vacunado:
Desde aquí queremos enviar toda nuestra solidaridad, apoyo y cariño a la familia del pequeño y en vista de las informaciones aparecidas en los distintos medios de comunicación respecto a este hecho y las generalizaciones que se están realizando, consideramos necesario hacer una serie de puntualizaciones.

En primer lugar, nuestra asociación AAVP, no es una asociación antivacunas, dado que si no hubiéramos vacunado a nuestras hijas, estas no hubieran sufrido los efectos adversos de la vacuna del papiloma.

Nuestra asociación nace para denunciar la falta de seguridad de una vacuna poco probada, con efectos secundarios graves, que consideramos innecesaria no solo por la escasa incidencia del cáncer de útero en nuestro país sino porque la administración de la misma ni tan siquiera evita tener que realizar el control de dicha enfermedad a través de citologías periódicas como se ha hecho hasta ahora.

Por lo tanto, no estamos en contra de la vacunación dado que consideramos necesaria la misma siempre y cuando las vacunas sean necesarias y estén lo suficientemente comprobadas como para que sus beneficios superen sus riesgos.
Aprovechar lo ocurrido para generalizar respecto a los beneficios de la vacunación sin diferenciar unas vacunas de otras es una actuación que a las familias de la AAVP les parece "poco rigurosa y poco ética".
Aprovechar lo ocurrido para querer obligar a los padres a administrar sea cuál fuere un medicamento -prosiguen- en una situación sanitaria como la de nuestro país, no puede más que obedecer o a la ignorancia o a intereses más vinculados a lo económico que a lo propiamente sanitario".
La AAVP, lamenta profundamente que se quiera utilizar un hecho tan lamentable como lo que le ha ocurrido al niño de Olot, para querer obligar a los padres a vacunar a sus hijos/as, sobre todo si tenemos en cuenta el desamparo absoluto en el que se encuentran las víctimas cuando tienen la desgracia de sufrir reacciones adversas por una vacuna.
De este desamparo, las familias y las afectadas sabemos mucho porque cuando desaparece la presión mediática, la indiferencia y el silencio son las respuestas que recibimos a nuestras peticiones de ayuda".
Desde la AAVP esperan que impere el sentido común, "que se deje ya de criminalizar a los padres del niño de Olot y que cejen ya las amenazas de quienes quieren imponer su criterio, incluso expedientando a los expertos que no lo compartan, en una actitud que podemos calificar suavemente como poco democrática".

Así pues dos asociaciones de afectados por vacunas en España han expresado su apoyo a la familia de Olot y han pedido estos días que sea real el derecho a la información sobre medicamentos, sobre los pros y los contras de las vacunaciones, que no se amenace con la obligatoriedad de usar las vacunas y que se atiendan los casos de graves reacciones adversas porque aunque en teoría son minoritarios los hay y muy graves.