Hoy, a un millón y medio de kilómetros de la Tierra, hay una cámara de 1.000 megapíxeles registrando todo lo que pasa a su alrededor. Se trata de la misión Gaia, un telescopio dotado con el sistema de imagen digital más preciso que se ha enviado nunca al espacio y cuya misión es determinar el lugar exacto que ocupa nuestro sistema solar dentro de la Vía Láctea gracias a la observación de 1.000 millones de estrellas.
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"Si buscas en Google una imagen de la Vía Láctea, encontrarás solo una reconstrucción, porque realmente no sabemos qué aspecto tiene nuestra galaxia"
Explica Timo Prusti, jefe científico de Gaia. Gracias a esta misión de la Agencia Espacial Europea (ESA), dice, "sabremos por primera vez si estamos en uno de sus brazos espirales, si habitamos una zona en calma y conoceremos cómo nos estamos moviendo dentro de su estructura".

Prusti ha visitado España para acudir a la Semana Europea de la Astronomía y las Ciencias del Espacio, que se celebró hasta el viernes en Tenerife y que reunió a 1.200 científicos de 50 países. Su equipo presentó en este encuentro los últimos datos de la misión, que se lanzó en 2013 y que comenzó a operar el pasado julio. La presencia de agua en sus lentes y otros problemas técnicos retrasaron su puesta en marcha, pero según Prusti el telescopio ya está operando a su rendimiento original y desvelando importantes datos.

Gaia observa cada día 50 millones de estrellas, un proceso que se repetirá durante cinco años. Con estas observaciones se va a realizar la "primera imagen de la Vía Láctea", explica Prusti, aunque esta será realmente una composición en tres dimensiones.
"Si estás en medio de un bosque y quieres ver la imagen global de lo que te rodea, necesitas verlo desde arriba, así que estamos intentando hacer la primera imagen de cómo se nos ve desde fuera"
Resume Carme Jordi, astrónoma de la Universidad de Barcelona y miembro del equipo científico de Gaia.

Fósiles en la galaxia

La misión ya ha empezado a dar frutos. Cuando se encuentra con objetos de interés que no están dentro de sus objetivos principales, como por ejemplo supernovas, envía una alerta a Tierra. Hasta ahora, Gaia ha emitido 274 alertas de supernovas. Estas explosiones suelen durar apenas unas semanas. Las cámaras de Gaia permiten captarlas y, en cuestión de uno o dos días, avisar de su existencia para que puedan ser observadas en detalle con telescopios terrestres. El mismo procedimiento va a ayudar ahora a descubrir nuevos asteroides dentro del Sistema Solar que hasta ahora habían pasado desapercibidos a los observatorios terrestres. "Si se detecta, la medición es muy valiosa pues permite detectar la órbita con un gran detalle", explica Prusti. Gaia ya ha cubierto todo el cielo una vez y seguirá haciendo sucesivas pasadas, lo que permitirá aumentar el número de alertas en los próximos meses, incluidas las primeras de asteroides.

Hasta ahora, Gaia ha emitido 274 alertas de supernovas, y va a usar ese procedimiento para descubrir nuevos asteroides dentro del Sistema Solar

El nuevo mapa de Gaia será una especie de máquina del tiempo que permitirá saber cómo era nuestra galaxia hace millones de años y estimar cómo será dentro de un tiempo similar, explican sus responsables. Se piensa que las galaxias se forman por el choque y posterior fusión de conjuntos de estrellas más pequeños. Gaia permitirá "encontrar los fósiles de esas galaxias con las que nos unimos y saber su historia", explica Jordi. También ayudará a entender qué sucederá si, como está previsto, nuestra galaxia choca con Andrómeda. "Una fusión de galaxias nos podría pasar desapercibida sin un mapa como el de Gaia", resalta Prusti. "Gracias a esta misión vamos a poder ver en tiempo real si nuestra teoría de cómo se forman las galaxias es cierta", añade.

Gaia fue lanzada al espacio en diciembre de 2013. Tras viajar al punto de Lagrange 2, en el que un objeto pequeño puede quedar fijo en pleno espacio profundo, debía comenzar a funcionar en abril de 2014, aunque finalmente fue julio de ese año. El primer borrador del mapa de Gaia en tres dimensiones, que ya será el más preciso al que nunca se ha tenido acceso, se espera para principios de 2017, explica Jordi. La versión más completa, que comprenderá la posición, movimiento y composición de más de 1.000 millones de estrellas, estará listo a partir de 2019, aunque podrá seguir perfeccionándose si se amplía la vida de la misión, resalta.