China exhortó a Japón a enfrentar su historia y a tomar medidas para defender a las víctimas de los trabajos forzosos después de que el Comité del Patrimonio Mundial de Unesco decidió hoy en Bonn incluir los polémicos "Sitios de la Revolución Industrial Meiji" en la Lista del Patrimonio Mundial.
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Japón se vio obligado a admitir en una declaración durante la reunión:
"una gran cantidad de coreanos y de personas de otras nacionalidades fueron llevados en contra de su voluntad y obligados a trabajar en severas condiciones en la década de los cuarenta en algunos de los sitios y, durante la Segunda Guerra Mundial, el gobierno de Japón también implementó su política de requisa".
Japón prometió "responder con sinceridad a las recomendaciones del Icomos, el órgano consultivo del Comité del Patrimonio Mundial, sobre desarrollar una "estrategia interpretativa" que permita "un entendimiento de toda la historia de todos los sitios" y sobre tomar "medidas adecuadas" para recordar a las víctimas, incluyendo el establecimiento de centros de información.

La embajadora y delegada permanente de China ante la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), Zhang Xiuqin, dijo que tomó nota de que Japón reconoció los trabajos forzosos que ignoró en sus documentos de candidatura de los sitios de patrimonio.
"Sin embargo, todavía falta un relato adecuado de Japón sobre todos los hechos en torno al uso de trabajo forzoso"
Dijo Zhang, quien añadió que es indignante que todavía haya voces en Japón que intentan negar el hecho del trabajo forzoso.