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Un hombre envuelto en una bandera del Estado Islámico se pasea como si tal cosa por delante de Downing Street y del Parlamento de Westminster. En sus hombros lleva a una niña vestida de rosa, con una versión a su medida de la bandera negra. La instantánea la toma un turista y da la vuelta al mundo en internet. Scotland Yard reconoce entre tanto su impotencia: el hombre en cuestión fue interrogado, pero no pudo ser detenido. Ni siquiera llegaron a incautarle la bandera...

Londres se tiñe hoy de luto en memoria de las 56 víctimas mortales del 7-J, con el episodio de la niña de rosa ondeando la bandera negra del IS ante los ojos incrédulos de los paseantes. Y mientras tanto, el 79% de los británicos opina que es "probable" que una tragedia similar pueda volver a ocurrir, según una encuesta de YouGov para el Huffington Post.

Aunque lo más llamativo del sondeo es esta otra conclusión: más de la mitad de los británicos percibe el Islam como "una amenaza contra la democracia occidental". Exactamente el 56%, más del doble que hace quince años, 10 puntos incluso por encima de un sondeo similar realizado un día después de los atentados que tiñeron de sangre el metro y autobuses de Londres.

La utopía del "multiculturalismo" ha saltado definitivamente por los aires en esta década vivida peligrosamente, incluso en ciudades de alta presencia islámica como Bradford y Birmingham, donde los barrios musulmanes están cada vez más segregados y los episodios de "islamofobia" son más y más frecuentes.

Otro sondeo también de YouGov, esta vez por encargo de la asociación Islamic Relief, revela que la palabra más corrientemente asociada a "musulmán" por los británicos es "terrorista" (el 12%) , por delante de términos como "fe" (11%), "mezquita" (9%) o "Corán" (8%). Palabras como "extremista", "fanático", "intolerante" y "opresor para las mujeres" son otras de las más mencionadas.
"Los resultados de esta encuesta son extremadamente preocupantes porque demuestran que la actitud de la gente ante los musulmanes es enormemente negativa"
Reconoce Jehangir Malik, al frente de la Islamic Relief.
"Ha llegado el momento de darle la vuelta a la situación y demostrar que los musulmanes británicos son parte de la solución, en vez de demonizar a la comunidad musulmana como parte del problema".
El premier David Cameron ha insinuado que los musulmanes no hacen lo suficiente para condenar la violencia y el extremismo, y la mayoría de los británicos piensa lo mismo. Tan sólo el 20% opina que la mayoría de los musulmanes son "ciudadanos pacíficos, respetuosos con la ley y prestos a condenar los actos de terror cometidos en nombre del Islam".

Hasta al ex ministra conservadora Sayeeda Warsi critica públicamente al premier por haber declarado la "guerra fría" a las comunidades islámicas. Pero lo cierto es que la brecha entre los 2,8 millones de musulmanes (el 4,4% de la población) y el resto de los británicos crece por días.

"El primer ministro tiene toda la razón cuando lanza su dedo acusador contra la radicalización", admite Shuja Shafi, secretario general del Consejo Musulmán Británico. "Pero los medios han dirigido esa acusación directamente contra nuestras comunidades. Decenas de organizaciones musulmanas han condenado inequívocamente el terrorismo, y sin embargo continúan siendo hostigadas".
"Cuando alguien nos echa en cara que no hacemos lo suficiente, tiene el deber de poner sobre la mesa la evidencia, en vez de perpetuar la acusación y convertirla en algo insistente"
Advierte Shuja Shafi.
"Simplificar las cosas para el consumo de masas en los tabloides no ayuda a combatir el extremismo. Tiene que haber una manera mejor para que las comunidades islámicas, el cojunto de la sociedad británica y el Gobierno empiecen a trabajar juntos para afrontar el problema, en vez de echarnos las culpas unos a otros".
El 95% de los musulmanes en el Reino Unido aseguran sentir "lealtad" por su país y el 72% está abiertamente en desacuerdo con la afirmación de que "la sociedad occidental nunca puede ser compatible con el Islam, según otro sondeo realizado por la BBC y aireado por el Consejo Musulmán Británico tras el ataque contra los hoteles de Túnez que causaron 38 víctimas mortales, treinta de ellos británicos.

Las organizaciones musulmanas como Faith Matters o Tell MAMAhan denunciado entre tanto el alarmante aumento de los delitos tipificados como "islamofóbicos", que han aumentado en los últimos meses un 47% en el área metropolitana de Londres y en ciudades de fuerte presencia islámica como Bradford, donde la mezquita principal ha sido atacada por vándalos hace apenas dos semanas.

"Hay un cierto nivel de ignorancia en este país, y gran parte de culpa se debe al hecho de que mucha gente no ha pasado un mínimo de tiempo hablando con un musulmán", denuncia Fiyaz Mughal, al frente de Faith Matters. "Es urgente e imperioso que haya más diálogo entre las comunidades, que las iglesias locales, las sinagogas y las mezquitas celebren días abiertospara que hay más tolerancia y comprensión".

Mughal denuncia cómo la "islamofobia" de baja intensidad va sobre todo dirigida a las mujeres. En la línea telefónica habilitada por Tell MAMA, el 56% de las denuncias son agresiones verbales contra mujeres, y en el 80% contra las que llevan el "hijab" o el "niqab" en la calle o en lugares públicos.

Un reciente estudio de la Univerisdad de Birmingham -titulado "Puede que nos odien"- pone precisamente sobre la mesa la cuestión de la islamofobia dirigida contra las mujeres. El profesor Chris Allen ha hecho un seguimiento de veinte mujeres entre los 15 y los 52 años que han revelado por primera vez el alcance de los ataques...

"¡Te voy a hacer estallar, musulmana!", "Señora Osama Bin Landen" o "Vuélvete a Afganistán" son algunas de las ofensas habituales que reciben las mujeres musulmanas en las ciudades británicas. "Este tipo de ataques no hace que más alimentar la retórica islamista de que por más que lo intenten los musulmanes serán siempre odiados en Occidente", advierte el profesor Allen. "La islamofobia no sirve más que para echar petróleo al fuego".