RTmar, 21 jul 2015 14:36 UTC
El secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, ha declarado que en esta etapa Washington no discute con La Habana la posibilidad de devolver a Cuba el territorio que acoge la base naval de Guantánamo.
© RTMientras Kerry cumple con el protocolo sabe muy bien que no hará grandes concesiones al pueblo cubano
"No sé qué pasará en el futuro, pero actualmente este tema no forma parte de las negociaciones", cita el portal
The Hill las declaraciones de Kerry en una conferencia de prensa en Washington tras reunirse con el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez.
Previamente el lunes, Bruno Rodríguez instó a Washington a levantar las sanciones contra su país y a devolver a La Habana la zona que alberga la base militar de Guantánamo.
"Hoy se abre la oportunidad de empezar a trabajar para fundar unas
relaciones bilaterales nuevas y distintas a todo lo anterior. [...] Solo la
eliminación del bloqueo económico, comercial y financiero que tanto daño y privaciones ocasiona a nuestro pueblo, la
devolución del territorio ocupado en Guantánamo y el
respeto a la soberanía de Cuba darán sentido al hecho histórico que estamos viviendo hoy", dijo el ministro en la apertura de la Embajada de Cuba en Washington.
Por primera vez desde la ruptura de relaciones diplomáticas entre Cuba y EE.UU. en 1961, La Habana
ha reabierto este lunes su embajada en la capital estadounidense al izar la bandera nacional en Washington. Sección de Intereses de EE.UU. en Cuba también eleva su estatus a embajada, pero la bandera estadounidense se izará en unas semanas.
Comentario: No deberíamos pecar de ingenuos y pretender que EE.UU. cambie décadas de comportarse como nación depredadora en un chasquido de dedos. EE.UU. es lo que es, una superpotencia bélica que pretende adueñarse del mundo a como de lugar. El acercamiento a Cuba tiene un fuerte olor (¿o hedor?) a estrategia. Durante más de 50 años le importó un comino el bienestar del pueblo cubano y lo aisló cruelmente sin el más mínimo escrúpulo. Hoy vemos a la nación norteamericana distribuyendo miseria y muerte por el mundo con igual o mayor intensidad que décadas atrás. Sería tonto pensar que de buenas a primeras han hecho un mea culpa y quieran purgar sus pecados.
Cuba es un aliado aún de Rusia, quien por cierto generosamente condonó parte de la deuda del país caribeño, y esto molesta en extremo al gobierno estadounidense. Por otro lado Cuba sigue siendo desde una perspectiva ideológica un modelo de resistencia a los embates del capitalismo ultrajante que pretende imponer EE.UU. en todo el mundo. Infectar su sociedad con el virus del consumo y la ultravalorización de los bienes materiales parece ser uno de los objetivos norteamericanos. Lograrlo sería doblegar la revolución cubana sin utilizar una sola bala.
Tampoco es descabellado pensar que una vez abiertas las relaciones, EE.UU. infiltre con mayor facilidad al gobierno y la sociedad cubana, mueva hábilmente sus fuerzas secretas reclutando opositores, y en un futuro no muy lejano estemos siendo testigos de una nueva revolución de color en territorio latinoamericano.
¡Ojos bien abiertos y a no dejarse llevar por el pensamiento deseoso!
Comentario: No deberíamos pecar de ingenuos y pretender que EE.UU. cambie décadas de comportarse como nación depredadora en un chasquido de dedos. EE.UU. es lo que es, una superpotencia bélica que pretende adueñarse del mundo a como de lugar. El acercamiento a Cuba tiene un fuerte olor (¿o hedor?) a estrategia. Durante más de 50 años le importó un comino el bienestar del pueblo cubano y lo aisló cruelmente sin el más mínimo escrúpulo. Hoy vemos a la nación norteamericana distribuyendo miseria y muerte por el mundo con igual o mayor intensidad que décadas atrás. Sería tonto pensar que de buenas a primeras han hecho un mea culpa y quieran purgar sus pecados.
Cuba es un aliado aún de Rusia, quien por cierto generosamente condonó parte de la deuda del país caribeño, y esto molesta en extremo al gobierno estadounidense. Por otro lado Cuba sigue siendo desde una perspectiva ideológica un modelo de resistencia a los embates del capitalismo ultrajante que pretende imponer EE.UU. en todo el mundo. Infectar su sociedad con el virus del consumo y la ultravalorización de los bienes materiales parece ser uno de los objetivos norteamericanos. Lograrlo sería doblegar la revolución cubana sin utilizar una sola bala.
Tampoco es descabellado pensar que una vez abiertas las relaciones, EE.UU. infiltre con mayor facilidad al gobierno y la sociedad cubana, mueva hábilmente sus fuerzas secretas reclutando opositores, y en un futuro no muy lejano estemos siendo testigos de una nueva revolución de color en territorio latinoamericano.
¡Ojos bien abiertos y a no dejarse llevar por el pensamiento deseoso!