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© NASAFragmentos de un cometa al rozar la atmósfera (archivo).
Cuatro fragmentos desprendidos del cometa 169P/NEAT provocaron la noche del miércoles al jueves cuatro brillantes bolas de fuego que sobrevolaron diferentes zonas de la península ibérica, tras desintegrarse por el impacto contra la atmósfera terrestre a unos 80.000 kilómetros por hora.

Así lo ha indicado en una nota de prensa el Complejo Astronómico de la Hita Toledo, en el que están instalados detectores de la Universidad de Huelva que captaron las cuatro bolas de fuego, que también se captaron en los observatorios de Calar Alto (Almería), El Arenosillo (Huelva), Sevilla, y La Pedriza (Jaén).

Durante la noche del 22 al 23 de julio, cuatro fragmentos desprendidos del cometa 169P/NEAT impactaron a unos 80 mil kilómetros por hora contra la atmósfera terrestre. Como consecuencia del violento choque, cada uno de ellos originó una brillante bola de fuego.

Los impactos no fueron simultáneos

El impacto del primer fragmento se produjo en torno a las 23:50 horas del pasado miércoles y generó una bola de fuego que sobrevoló el sur de Portugal.

Poco después, sobre la medianoche del miércoles, impactó sobre la provincia de Málaga el fragmento de mayor tamaño, que dio lugar a una bola de fuego "casi tan brillante como la Luna".

El tercer impacto tuvo lugar en torno a las 2:23 horas de la madrugada y, en este caso, la bola de fuego sobrevoló la provincia de Cuenca, iniciándose a unos 100 kilómetros de altura sobre la vertical de la localidad de Sotos, desde donde avanzó en dirección norte hasta extinguirse a unos 79 kilómetros de altura sobre el municipio de Cañamares.

Tan sólo dos minutos después tuvo lugar el último de los cuatro impactos, a unos 100 kilómetros de altura sobre la vertical del Golfo de Cádiz.

El análisis preliminar del fenómeno llevado a cabo por el profesor de la Universidad de Huelva José María Madiedo ha revelado que todas las bolas de fuego se extinguieron cuando se encontraban a alturas superiores a los 70 kilómetros, de manera que ningún fragmento consiguió impactar contra el suelo.

Además, los detectores ubicados en el Complejo Astronómico de La Hita han registrado datos que permitirán conocer la composición química de estos fragmentos cometarios. Eso facilitará a los investigadores obtener información sobre los materiales de los que está formado el cometa 169P/NEAT.

Estas bolas de fuego están asociadas a una lluvia de estrellas conocida como "alfa-Capricórnidas", que continuará activa durante las próximas noches.

Es conocida por producir espectaculares bolas de fuego como las registradas.