ferrocarril Alemania
© EFEUn empleado del servicio de ferrocarriles alemán en un andén vacío durante la huelga.
Trenes, aviones, guarderías, servicios postales... Nunca se habían vivido en Alemania tantos conflictos laborales en frentes tan diversos. En lo que llevamos de año, se han perdido casi un millón de días de trabajo a causa de las huelgas, el período más largo desde 1992
, según los cálculos del Instituto alemán de Economía de Kohln.


Comentario: Los líderes alemanes deberían ocuparse primero de su propio pueblo, en lugar de andar de títeres de Washington.


"El número de huelgas casi se ha cuadruplicado desde principios de los años noventa", explica Heiner Dribbusch del Instituto WSI de Investigación Económica y Social. Un portavoz del sindicato Ver.di, uno de los más importantes del país, reconocía la semana pasada que este año se han producido enfrentamientos especialmente agudos. Recordó que en los conflictos laborales siempre hay dos partes implicadas, y que los trabajadores "no hemos buscado pelea porque nos guste ir a la huelga".

Las protestas de los conductores de trenes han sido las que más repercusión han tenido en el país. Tras 11 meses de protestas y nueve huelgas que han paralizado el tráfico interno, el mes pasado la compañía de ferrocarriles Deutsche Bahn llegó a un pacto con el Sindicato de Transporte y Ferrocarriles (EGV) que incluye un aumento salarial progresivo del 5,1%. Poco después, la patronal y el Sindicato de Maquinistas (GDL), más combativo, lograron ponerse de acuerdo en las condiciones de trabajo de los conductores. Cada día de huelga le costó a la empresa ferroviaria 10millones de euros, sin contar los daños causados por demoras o falta de material, que se han traducido en una caída de un 0,1% del PIB alemán.

Los pilotos de Lufthansa, la mayor compañía aérea de Alemania, llevan más de un año luchando en un conflicto todavía abierto que ha motivado más de 10 parones y ha afectado a miles de pasajeros con retrasos y cancelaciones. La lucha sólo conoció unos meses de tregua tras el accidente de su filial de bajo coste, Germanwings. La empresa quiere retrasar la edad de jubilación anticipada para las nuevas contrataciones y no quiere asumir los costes en su totalidad, y todavía no ha logrado llegar a un acuerdo con el sindicato de pilotos.

Educadores en huelga

Maestros, cuidadores de niños y trabajadores sociales exigen una revalorización de sus puestos de trabajo y aumentos salariales del 10%, pero la patronal sólo está dispuesta a subir al 4,5%. La negociación está encallada y deberá retomarse a partir del 13 de agosto, pasadas las vacaciones. Desde enero, decenas de miles de familias alemanas han sufrido las consecuencias de las huelgas de cuidadores. Algunas empresas han ofrecido alternativas a sus trabajadores, otras gratuitas, para que sus hijos sean atendidos por personal cualificado durante la jornada laboral.

Los empleados de los Correos alemanes (Deutsche Post) encadenaron varias protestas que culminaron con una huelga indefinida que empezó el 8 de junio. Tras casi un mes de parón, a principios de julio, sindicatos y patronal llegaron a un acuerdo. Deutsche Post ha aceptado aplicar subidas salariales de aquí a 2017, y a cambio el sindicato Ver.di ha accedido a que la empresa siga adelante con sus planes para la división de paquetería. Muchos otros sectores han vivido conflictos laborales. Algunos siguen en marcha y otros han llegado a la paz social.