Un grupo de jóvenes arqueólogos halló el pasado jueves en Tautavel, cerca de Perpiñán, en el sur de Francia, el diente de un individuo adulto que vivió hace 560.000 años. Este es el fósil humano más antiguo encontrado en Francia hasta el momento y abre nuevas incógnitas en torno al origen del hombre neandertal.
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© DAINAT DENIS/EPCC-CERP TAUTAVELEl diente humano hallado en el sur de Francia.
Es en la Cueva de Aragón, donde se ha producido el hallazgo. En el mismo lugar se encontraron también los restos del llamado "hombre de Tautavel", un preneandertal que vivió hace 450.000 años cuyos restos hallaron también los científicos del Centro Europeo de Investigaciones Prehistóricas de Tautavel.

"En Europa hay fósiles más viejos como es el caso de Atapuerca", explica Amélie Viallet, antropóloga del centro de investigación de Tautavel y miembro del Museo Nacional de Historia Natural de París, "que datan de 1,2 millón de años. Sabemos de cualquier modo que el asentamiento de los pueblos de Europa es bastante antiguo pero ahora nos encontramos frente a este periodo de unos 600.000 años, lo que nos lleva a plantearnos nuevas cuestiones en torno al origen del hombre neandertal, al que veremos emerger unos 520.000 años atrás". Según la científica, se trata de una nueva pieza en el "gran puzle de la evolución humana".


Comentario: A los arqueólogos pareciera costarles aceptar la posibilidad de que el neandertal y el hombre moderno hayan convivido.

Descifran el legado de los genes neandertales en los humanos actuales

La evolución no necesariamente es tan linear como nos lo han hecho creer. El Cro-Magnón apareció repentinamente según varios estudios arqueológicos. Se especula también con la idea de que tal vez uno de los legados genéticos del Neandertal esté relacionado con la personalidad autoritaria o la psicopática. Para mayor información acerca de estos tema, recomendamos leer:
La Era Dorada, la Psicopatía y la Sexta Extinción
La Era Dorada, la Psicopatía y la Sexta Extinción (2ª Parte)

Si a eso le añadimos el hecho de que en muchas cronologías históricas faltan o sobran años, y que los métodos de datación no siempre son precisos, entonces vemos hasta qué punto esta ciencia está en pañales.


Los investigadores tan sólo esperaban encontrar restos animales en el nivel en el cual realizaban la búsqueda pero, sorprendentemente, dos de los jóvenes investigadores, Camille, de 16 años, y Valentin, de 20 años, dieron con lo que parecía un diente humano.

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© D. DENIS/EPCC-CERP TAUTAVELLos dos jóvenes que hallaron el diente humano.
Elena Sierra, estudiante de antropología física en la Universidad Complutense de Madrid, participa en el grupo de voluntariado que ha dado con el incisivo. "Cuando yo lo vi por primera vez estaban haciéndole algunas fotos y Amélie nos pidió nuestra opinión, dijo que pensaban que era un diente humano y finalmente resultó que sí era así", cuenta Elena por teléfono desde la Cueva de Aragón, donde continúan las excavaciones. "Es curioso, tiene una forma diferente, me llamó la atención la raíz y la pequeña corona que tiene", recuerda.

Según Viallet, el análisis del diente también ha permitido conocer algunos detalles de la alimentación y modo de vida de este grupo de población. "La parte oclusal del diente, es decir, la que choca con la parte de arriba, que se utiliza para cortar los alimentos, está muy abrasada, lo que indica que estos humanos llevaban una alimentación mucho más fuerte que la que llevamos nosotros en la actualidad", señala.

La época de la que data el diente es un periodo glacial, en el que, aunque ahora tenemos un paisaje mediterráneo, encontrábamos una gran estepa desolada con caballos, renos, muflones o bisones, animales que aguantan especialmente bien el frío. El hecho de que un solo diente se encuentre entre restos de animales también es una incógnita en sí para los investigadores. "¿Por qué hay restos humanos entre los vestigios de estos cazadores paleolíticos?", se pregunta ahora Viallet, que analiza junto a su centro de investigaciones todas las hipótesis posibles.

"Tras el descubrimiento, vamos a centrarnos más en los niveles antiguos porque esperamos encontrar tantos restos humanos como hicimos ya en el nivel anterior, donde dimos con 140 restos de 450.000 años de antigüedad", explica Viallet. "Así conseguiríamos tener un mayor conocimiento de estas dos pequeñas poblaciones, una de 450.000 años y otra de 550.000 años, y podremos tener mayor idea de la evolución misma y de las diferencias entre estas poblaciones, ambas de climas gélidos pero separados en el tiempo", añade.