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En febrero, el Comité Asesor para las Normas Alimentarias (DGAC) presentó su Reporte Científico del 20151,2,3 ante el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) y el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS).

Este reporte sirve como base para el desarrollo de las normas alimentarias de los Estados Unidos.

En un giro sorpresivo, el DGAC no sólo sugirió eliminar las advertencias sobre el colesterol alimentario, sino que también revirtió casi cuatro décadas de políticas de nutrición concluyendo que las grasas alimentarias no tienen ningún impacto en el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Desafortunadamente, el DGAC no puso las cosas claras con respecto a las grasas saturadas, ya que no hizo una distinción clara entre las grasas saturadas saludables y las grasas trans dañinas.

Durante décadas, las grasas saludables y el colesterol han sido culpados erróneamente de causar enfermedades cardíacas, pero más de 70 estudios publicados refutan esto abrumadoramente.4

Son las grasas trans y no las grasas saturadas, las que aumentan su riesgo de enfermedades cardíacas

Ahora podemos añadir otro gran estudio a esta lista que crece cada día más. El meta-análisis,5,6,7,8 publicado en British Medical Journal (BMJ), no encontró ninguna relación entre los niveles elevados de grasas saturadas en la alimentación y las enfermedades cardíacas.

Tampoco pudo encontrar ninguna relación entre el consumo de grasas saturadas y otras enfermedades potencialmente mortales como los derrames cerebrales y la diabetes tipo 2.

Sin embargo, el estudio SÍ encontró una relación entre las enfermedades y el consumo de grasas trans. Como lo reportó Newsweek:9
"El consumo de grasas no saturadas trans, el tipo de grasas que se encuentra en productos de consumo diario de venta en supermercados como la margarina, pasteles procesados y palomitas de maíz puede aumentar el riesgo de muerte a causa de una enfermedad cardíaca coronaria (CHD) en un 28 por ciento."
Las grasas trans también aumentaron la mortalidad por cualquier causa en un 34 por ciento. Esto es importante porque muchos "expertos" frecuentemente confunden el consumo de grasas trans con el de las grasas saturadas.

Por otra parte, un análisis combinado de 11 estudios,10,11 demostró que remplazar las grasas saturadas (encontradas en alimentos como la carne, yemas de huevos, productos lácteos, salmón, frutos secos, aguacates, aceite de coco y aceite de oliva) con grasas monoinsaturadas (aceites vegetales para cocinar)12 o carbohidratos (azúcares y granos) aumentó el riesgo de ataques cardíacos no fatales.

Esto llevó a los autores a comentar que las normas alimentarias para las grasas saturadas y las grasas trans "deben considerar cuidadosamente el efecto del remplazo de nutrientes". Esto también concuerda con los resultados previos.

¿Qué pasa cuando remplaza las grasas saturadas con carbohidratos?

En un editorial del 201413 publicado en la revista Open Heart, el científico investigador con doctorado en Pharmacy - James J. DiNicolantonio, revisó las consecuencias cardiometabólicas a causa del remplazo de las grasas saturadas con carbohidratos.

Las consecuencias de salud son significativas, incluyendo las siguientes:
  • Cambia el perfil lipídico aterogénico general (reduce el HDL, aumenta los triglicéridos y aumenta la proporción entre ApoB/ApoA-1)
  • Aumenta el riesgo de enfermedad coronaria, accidentes cardiovasculares, muerte a causa de enfermedades cardíacas y mortalidad en general (por cualquier causa)
  • Aumenta los marcadores trombógenos
  • Aumenta el LDL oxidado
  • Aumenta la inflamación
  • Reduce el HDL
  • Altera la tolerancia a la glucosa, aumenta la grasa corporal, el peso, obesidad y la diabetes
  • Aumenta las partículas pequeñas de alta densidad, LDL
  • Aumenta el riesgo de cáncer
Los peligros de remplazar los aceites parcialmente hidrogenados con aceites vegetales

Con qué remplaza las grasas trans (aceites parcialmente hidrogenados) es igual de importante. Idealmente, deberá remplazarlas con grasas saturadas saludables - NO con aceites vegetales.

Esto es algo de lo que se habla en el libro de Nina Teicholz titulado The Big Fat Surprise: Why Butter, Meat, and Cheese Belong in a Healthy Diet y en la entrevista que le hice el año pasado. Nina es una periodista de investigación y fue una de las reporteras en publicar sobre los peligros de las grasas trans hace poco más de 10 años.

Actualmente, ella nos advierte sobre el hecho de que los aceites vegetales están siendo cambiados por los fabricantes de alimentos, así como en restaurantes en lugar de las grasas trans y que ¡en realidad estos podrían ser más dañinos que las mismas grasas trans! La razón de esto se debe a que cuando se calientan, pueden producir productos de oxidación altamente tóxicos, incluyendo aldehídos, que son extremadamente inflamatorios.

Entonces, ¿cuál es la grasa ideal para cocinar?

El sebo y la manteca son dos excelentes opciones. El sebo es una grasa dura que proviene de las vacas. La manteca es una grasa dura que proviene de los cerdos. Ambas son grasas de origen animal y solían ser las principales grasas utilizadas para cocinar.

Uno de sus beneficios es que, dado a que ya están saturadas, no se oxidan cuando se calientan. Y las grasas saturadas no tienen doble enlace que pueda reaccionar con el oxígeno, por lo tanto no pueden formar aldehídos peligrosos u otros productos de oxidación tóxicos. El aceite de coco es otra opción saludable, ya que también resiste a la oxidación cuando se calienta.

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La Industria Alimentaria Hace Una Petición a la FDA para que le Permita Utilizar Grasas Trans en los Alimentos Empaquetados

La evidencia demuestra que las grasas trans son uno de los principales peligros para la salud y esto ha llevado a la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de los Estados Unidos a eliminar los aceites parcialmente hidrogenados - la principal fuente de grasas trans - de la lista de ingredientes "generalmente reconocidos como seguros" (GRAS).

La propuesta inicial se publicó en el 2013, y en el 16 de junio del 2015 finalmente se tomó la decisión.14 Los fabricantes de alimentos tienen hasta el 2018 para eliminar el uso de aceites parcialmente hidrogenados (PHO) de sus productos.

A pesar de la evidencia que demuestra el daño que causan y una semana después de la publicación del estudio de BMJ, la Asociación de Fabricantes de Comestibles (GMA) solicitó a la FDA que les permitiera utilizar "pequeñas cantidades" de grasas trans en ciertos alimentos empaquetados.15 El permiso propuesto para las grasas trans en la petición de la GMA incluye añadir PHOs durante el procesamiento, como un:
  • Agente antiaglomerante, agente de flujo libre, lubricante
  • Emulsionante
  • Solvente para ingredientes solubles en grasa
  • Agente de textura para mejorar las características texturales de los alimentos
  • Fortificante para masa
  • Retenedor de humedad
  • Estabilizador
  • Espesante
  • Agente de acabado superficial
  • Medio de calentamiento, como aceite para freír
En su petición, la GMA argumenta que "el uso de bajo nivel de PHOs es seguro ya que las grasas trans se encuentran de forma natural en la alimentación normal". Por cierto, esto NO es lo que encontró el estudio BMJ.16 En este estudio, no se observó una relación entre las grasas trans que contienen los alimentos como la carne y los productos lácteos de forma natural y las enfermedades cardíacas.17 Esa relación se observó únicamente en las grasas trans creadas artificialmente.

De acuerdo con los autores, esta discrepancia "podría reflejar una verdadera diferencia entre las fuentes o podría ser una función de los niveles de consumo..." señalando que el consumo promedio de las grasas trans producidas industrialmente era aproximadamente 250 por ciento mayor que el consumo de las grasas trans derivadas de los rumiantes de forma natural.

La afirmación de que los niveles bajos de grasas trans son seguros también va en contra de la determinación previa del Instituto de Medicina (IOM), que en el 2002 señaló que "no existe un nivel seguro de ácidos grasos trans y que las personas deberían consumir la menor cantidad posible de ellos".


Comentario: Ya no es sorprendente que la industria alimentaria quiera seguir utilizando cosas que han sido establecidas como tóxicas por medio de estudios. Es un claro ejemplo de que no podemos confiar en esta industria y que debemos alejarnos de sus productos. Vea también:


Beneficios de Salud para el Corazón de los Frutos Secos y Aceite de Oliva

En noticias relacionadas, tanto los frutos secos como el aceite de oliva - que son fuentes de grasas saludables - han demostrado promover la salud cardíaca. Como lo señaló el Dr. Michael Greger MD,18 una serie de estudios en los que sujetos añadieron frutos secos a su alimentación (sin remplazar alimentos específicos, lo que podría sesgar los resultados de una forma u otra), mostraron que los frutos secos mejoraron significativamente la salud arterial.

Además, aunque algunos estudios mostraron resultados mixtos en términos del nivel de beneficios, no hay evidencia de que los frutos secos empeoren la salud (siempre y cuando no sea alérgico).

De acuerdo con el Dr. Greger:
"Consumir al menos una porción de nueces a la semana podría reducir nuestras probabilidades de una muerte cardiovascular en un 50 por ciento.19 Sin embargo el consumo de nueces podría reducir nuestros niveles de colesterol en tan sólo un 5 por ciento. ¿Cómo se puede obtener una reducción en la mortalidad cardíaca de 50 por ciento de una reducción en el colesterol de tan sólo 5 por ciento? Las nueces deben tener algún otro tipo de beneficio para proteger el corazón además de reducir el colesterol.

La capacidad de relajar y abrir los vasos sanguíneos normalmente se considera un excelente barómetro de la salud vascular... Entonces, ¿qué efectos tienen los frutos secos? Una revisión publicada en el 201120 en la revista Nutrition, Metabolism, and Cardiovascular Diseases encontró cinco pruebas clínicas que analizaban el efecto del consumo de frutos secos en la función arterial y los tres estudios sobre las nueces mostraron una mejora en la función endotelial medida en el brazo".



Comentario: Quizás el hecho de que las nueces no reducen el colesterol es, en realidad, algo que contribuye a los beneficios de las mismas. Sin embargo, como lo dice el Dr. Mercola, hay que estar atentos a las reacciones que uno pueda tener a los frutos secos, ya que pueden causar inflamación en personas sensibles.


Otra investigación reciente21 confirma nuevamente los beneficios de salud de aceite de oliva extra virgen, mostrando que mejora los niveles de azúcar en la sangre y colesterol después de las comidas a un mayor grado que el aceite de maíz. Como lo informó Reuters:22
"Reducir (después de las comidas) la glucosa en la sangre y el colesterol podría ser útil para reducir los efectos negativos de la glucosa y el colesterol en el sistema cardiovascular", dijo el autor principal del estudio, Francesco Violi, investigador de la Universidad Sapienza en Roma...

En dos ocasiones distintas, los investigadores les dieron a 25 personas sanas una comida mediterránea tradicional. Para una comida, añadieron 10 gramos (cerca de 2 cucharaditas) de aceite de oliva extra virgen y para otra, añadieron 10 g de aceite de maíz.

Los análisis sanguíneos llevados a cabo antes y dos horas después de las comidas mostraron que el azúcar en la sangre en todos los participantes, aumentó después de comer, lo que es normal. Pero el azúcar en la sangre aumentó mucho menos después de la comida con aceite de oliva en comparación con la comida con aceite de maíz. "Eso concuerda con la investigación previa que relaciona EVVO con los niveles elevados de insulina, una hormona que ayuda a convertir la glucosa en energía", dijo Violi.
Conclusión: Las grasas saturados no procesadas son buenas para usted

Basar su alimentación en ALIMENTOS REALES (enteros, crudos, idealmente orgánicos provenientes de animales alimentados con pastura) en lugar de productos procesados es una de las formas más sencillas de evitar los peligros alimentarios como las grasas dañinas - sin mencionar otros ingredientes dañinos como los azúcares refinados, organismos genéticamente modificados (OGMs) y aditivos que jamás han sido analizados apropiadamente para su seguridad. Además de eso, realmente sólo es cuestión de ajustar las proporciones de grasa, carbohidratos y proteínas a su situación individual.

Una de las claves es remplazar el azúcar refinado y la fructosa procesada con grasas saludables, ya que esto le ayudará a optimizar sus niveles de insulina y leptina. Hemos pasado décadas remplazando las grasas saturadas saludables con carbohidratos y grasas trans y no cabe la menor duda de que esto ha tenido una gran influencia en las estadísticas de enfermedades, aumentando la incidencia de obesidad, diabetes, enfermedades cardíacas y Alzheimer - poniéndolas como principales causas de muerte.

Las grasas saludables son particularmente importantes para un funcionamiento cerebral y memoria óptimos. Esto aplica a lo largo de su vida, pero especialmente durante la infancia. Así que si la base de su alimentación son los alimentos procesados, entonces sería una buena idea reconsiderar sus hábitos alimentarios.

Los alimentos procesados no sólo son los principales culpables de la obesidad y la resistencia a la insulina, sino que también pueden afectar el Coeficiente Intelectual (CI) en niños jóvenes. Un estudio británico23 reveló que los niños que basaban su alimentación en alimentos procesados a los 3 años de edad tenían puntuaciones de CI menores a los 8.5 años de edad. Por cada aumento medido en los alimentos procesados, los participantes tuvieron una reducción de 1.67 puntos en su CI.

Otro estudio publicado en la revista Clinical Pediatrics,24,25,26 también advierte que el consumo frecuente de comida rápida podría atrofiar el desempeño académico de su hijo. Para recomendaciones alimentarias más detalladas, por favor échele un vistazo a mi plan nutricional. Es una guía paso a paso para alimentar a su familia correctamente, lo invito a leerlo todo. También he creado mi propia "pirámide alimentaria", basada en ciencia nutricional, la cual puede imprimir y compartir.

Fuentes y referencias