Traducido al español por el blog Bitnavegantes.

El notable filósofo Immanuel Kant, considerado por algunos como el centro de la filosofía moderna, insiste en que él ha dado una prueba rigurosa y concluyente para afirmar que el mundo tuvo un comienzo en el tiempo, y otros filósofos han caracterizado esta prueba como cierta. También insiste en que él ha dado una prueba rigurosa y concluyente para afirmar que el mundo no tuvo un comienzo en el tiempo, y otros filósofos han caracterizado esta prueba como cierta. Por supuesto, esto es una violación directa de la ley de contradicción, un concepto tenido como inviolable. Parece sugerir que ambas pruebas no son verdaderas, sino falsas. Lo que da a entender que el término "mundo" de Kant significa el universo material.

reloj espacio tiempo
© Cdesignz2k en DeviantArt“Tic Toc a Space Time Clock”
Esta afirmación de Kant es una violación de otro concepto de larga tradición, la ley del tercero excluido, que dice que dos proposiciones contradictorias no pueden ser ambas falsas ni pueden las dos ser verdad. Si dos proposiciones contradictorias pueden ser consideradas como falsas, entonces ambas pueden ser consideradas como verdaderas. "Sin embargo, Kant acepta la conclusión de que las dos son falsas y rechaza la conclusión de que ambas son verdad." (Moore, G.E., Some Main Problems in Philosophy, Collier Books, New York City, NY, p. 183.)

¿Que esta pasando aqui? ¿Cuál es el problema? Lo siguiente trata sobre el momento que realmente se da la explicación, pero voy a señalar primero lo que el eminente filósofo G. E. Moore tiene que decir:
"Ahora supongamos que decimos que, en lugar de probar estas dos proposiciones, lo que sus pruebas realmente prueban (si es que prueban algo) son las dos siguientes proposiciones hipotéticas, a saber: (1) Si el mundo existe en el tiempo en absoluto, entonces debió haber tenido un comienzo, y (2) Si el mundo existe en el tiempo en absoluto, entonces pudo no haber tenido un principio... Porque si decimos que lo que Kant demostró se limita a estos dos casos hipotéticos, entonces él no ha demostrado que estas dos proposiciones contradictorias sean ambas verdaderas. Estos dos casos hipotéticos no se contradicen entre sí." (Moore, G.E., Some Main Problems in Philosophy, Collier Books, New York City, NY, p. 184.)
Por supuesto, ¿qué se está diciendo con la declaración "si" en las dos líneas de arriba, que son falsas? El universo no existe en el tiempo, pero el tiempo sí existe en el universo.

Ya en el verano de 2000 el fallecido Tom van Flandern, astrónomo jefe y director del Observatorio Naval de Estados Unidos, y yo, terminamos en Italia de dar unas presentaciones en un simposio anual en la Universidad de Milán-Bérgamo. Ambos estábamos alojados en Bérgamo, a cerca de de una hora en tren de Milán. Una mañana nos sentamos juntos en el tren a Milán y él habló del tiempo. Él me impactó realmente al comenzar a tratar filosóficamente este tema.

Dijo que pensaba sobre ello en este sentido. Me pidió que imaginara que no había nada, excepto espacio vacío con tan sólo un grifo. El grifo gotea. Y gotea de nuevo. Me preguntó cuánto tiempo pasaba entre las gotas, y vi que estábamos de acuerdo en que la cuestión era incontestable. No había nada que pudiéramos decir.

Entonces me pidió que visualizara un segundo grifo goteando, uno que gotea 60 veces por cada gota del primer grifo. Ahora, ¿qué podemos decir? Bueno, podemos destacar una relación de un 60:1 sobre una base regular. Añadimos un tercer grifo que gotea 60 veces por cada gota del segundo grifo, lo cual podemos anotar no sólo como una ratio matemática, sino que ahora podemos hablar de ciclos dentro de ciclos y una regularidad en sus relaciones. La experiencia de la realidad, la experiencia de contenido de la vida y la experiencia del significado está basada en los hechos.

Lo anterior parece tan evidente que resulta cuestionable tener que mencionarlo. Sin embargo, hay tres tipos de hechos: 1) los que relacionamos con lo cuantitativo que se desencadenan o crean por los ciclos físicos o mecánicos que se han puesto en marcha, y que no tienen mayor impacto o significado en sí mismos, y 2) los que relacionamos con lo cualitativo, los cuales no son cíclicos, sino que tienen algún impacto "bueno o malo" en la calidad de vida, y 3) los que aun siendo cualitativos, también tienen el propósito de esos hechos que son provocados por algún nivel de la voluntad.

Tiempo y duración se basan en hechos cuantitativos y cíclicos. En pocas palabras, sin universo material, no hay tiempo. Pero eso no quiere decir que el tiempo pueda ser cosificado, porque "el tiempo" no es una cosa en sí misma. El tiempo no es algo que puede ser más lento o acelerarse y su velocidad y dimensiones no pueden ser comprimidas o estiradas. La "Relatividad" se confunde completamente en estos puntos. Si los relojes o metrónomos sincronizados consiguen salir de la sincronía, "habría que mirar qué mecanismos o procesos pueden causar eso."

La pregunta ya se planteó más arriba, "¿Cuánto tiempo hay entre dos hechos?" Simplemente no lo podemos decir sin contar el número de ciclos cuantitativos que estamos usando como fondo o matriz (el tejido del lienzo, por así decirlo) donde podemos "pintar" nuestra experiencia. En otras palabras, el número de "tiempos" que marca un reloj o el número de estaciones, ciclos lunares o solares. En nuestro lenguaje, a menudo usamos la palabra tiempo como sinónimo de la palabra hecho, por ejemplo, en "los platos de comida se derramaron tres veces durante el partido", o "el bateador llegó a la base cuatro veces durante el juego."

La flecha del tiempo se basa en la secuencia de modo, los humanos experimentan el tiempo como una serie direccional de hechos secuenciales, los más pequeños, de los cuales somos por lo general inconscientes, son los de los latidos del corazón, básicamente equivalentes a un segundo. De segundos a minutos, a horas a días a semanas a meses a años a décadas a siglos a milenios..., todas las series cíclicas mecánicamente determinadas de hechos. Los hechos o serie de hechos distinguibles unos de otros, y en secuencia, proveen de realidad a nuestra experiencia, incluyendo nuestra experiencia de lo que llamamos tiempo. Utilizamos hechos cíclicos y uniformes, no relevantes (como el tic-tac de un reloj, o la vibración de un átomo, o las rotaciones o revoluciones del sistema solar) que marcan pequeños incrementos de duración con el fin de no perder de vista la secuencia de los más importantes y relevantes hechos que afectan a nuestras vidas. Pongámonos estrictos, sin hechos físicos que puedan delimitar nuestra experiencia en una secuencia no habría tal cosa como el tiempo. Esto es importante: la base para un concepto común de tiempo es debida a una imposición externa y corporativamente experimentada, contada y seguida.

Otro aspecto del tiempo que hay que señalar. El tiempo no se mide frente a un estándar artificial, como la barra de platino en Francia para el metro, sino que los hechos son contados por el tiempo. El "estándar" se construye en nuestras mentes, y no hay nada arbitrario o artificial al respecto, puesto que se basa en la adición de la unidad uno para cada elemento. Las cuenta pueden estar bien o mal, pero si se hacen apropiadamente son enteramente correctas, y si no, enteramente incorrectas. Las mediciones son siempre aproximaciones, y si la precisión es un problema, se hacen varias veces y el análisis estadístico se aplica utilizando la técnica matemática de la desviación típica. Si tenemos unas cuantas canicas en una bolsa, y queremos saber cuántas son, las contamos; no aplicamos ningún estándar artificial y luego las "medimos".

La secuencia es inviolable para nuestro concepto más fundamental de realidad, la experiencia y la lógica. En otras palabras, la secuencia no puede ser alterada o revertida. Si pudiera ser, entonces el universo, el "orden" de las cosas, sería verdaderamente inestable y caótico. La misma palabra, "orden", es sinónimo de secuencia. Nunca podría haber significado alguno, ya que siempre se podría deshacer cambiando la secuencia de los acontecimientos. La secuencia es una de esas realidades no materiales que también se aplica a hechos no materiales, como pensamientos o imaginaciones. La vibración y la oscilación impregnan nuestro universo físico, y cada inversión de la dirección de una oscilación, cada "maniobra" de cada polaridad de cada partícula, cada colisión de movimiento browniano y todos los demás hechos, forman el tejido de fondo de indicadores de tiempo de la secuencia. En el paradigma del Universo Eléctrico, cada partícula "sabe" eléctricamente de todas las demás, en un universo conectado. Así, cada hecho tiene algún efecto sobre todos los demás, aunque sólo sea uno "extremadamente pequeño" e irrelevante. De esta forma, cuando la "t" como símbolo de tiempo se utiliza en una ecuación científica o fórmula química, no se refiere a ningún misterioso e indefinible aspecto de la realidad, sino que representa la multitud de hechos de fondo delimitados por ese período y que tienen algún efecto sobre el fenómeno.

La existencia no se basa en el tiempo, sino que el tiempo se basa en la existencia y lo hechos del universo físico. Ejemplos de preguntas sin sentido podrían ser: "¿Hubo alguna vez un tiempo en que no había nada?" o "¿Hubo alguna vez un tiempo antes de que existiera el universo físico?" o "¿Qué pasa cuando se acabe el tiempo?", o "Si había un principio, qué existió o sucedió antes del principio?"

El tiempo no es algo que puede ser lento o rápido, y no es una dimensión. Las dimensiones no son algo que pueda ser cosificado a fin de comprimirse o estirarse. Las teorías de la Relatividad están muy confundidas sobre estos puntos.