La vida de Maamun Al-Wadi podría ser la de cualquiera de nosotros. Se levanta, se asea, abre la pequeña tienda de telefonía móvil que regenta y espera con paciencia a que se acerquen los clientes. Una vida normal, con sus días aburridos y otros ajetreados, salvo con la importante salvedad de que Maamun vive en el campo de refugiados de Zaatari, en Jordania, lejos de su Siria natal, y junto a otras 80.000 personas en situación similar -o peor- a la suya.

campo de refugiados sirios
El campo de refugiados de Zaatari


Ese es el punto de partida de District Zero, el documental que estrenó ayer Oxfam Intermon en la Cineteca del Matadero de Madrid tras pasar, el pasado septiembre, por el Festival de Cine de San Sebastián. Un singular proyecto, dirigido a tres bandas por Pablo Iraburu, Jorge Fernández y Pablo Tosco, que trata de poner énfasis no en los dramas humanos que nos cuentan las noticias sobre los refugiados, sino en los pequeños que acontecen en el día a día, y que tienen que ver, sobre todo, con la añoranza de la tierra y la nostalgia del pasado.

Esa nostalgia, materializada en los teléfonos móviles y su importante papel a la hora de almacenar y compartir recuerdos en forma de fotografías, sirve de hilo conductor de una historia en la que los directores apenas intervienen. No hay entrevistas, ni demasiado guión aparente. Los protagonistas toman las riendas para mostrarnos con toda crudeza la realidad cotidiana de un lugar que parece congelado en el tiempo.

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Una ciudad al margen del mundo

El campo de refugiados de Zaatari, al norte de Jordania, se estableció en 2012 para acoger al creciente número de refugiados sirios que huían de la guerra. Un lugar cuyos límites llegan hasta donde alcanza la vista, formado por contenedores que a su vez conforman un entramado de calles y que, poco a poco, se ha ido convirtiendo en un asentamiento permanente que cuenta incluso con pequeños establecimientos de alimentación, ropa y productos variados.

El 95% de los refugiados sirios se concentran en cinco países: Turquía, Líbano, Jordania, Irak y Egipto. En el Líbano viven 1,2 millones de ellos, lo que implica que una de cada cinco personas en el país es un refugiado. En la citada Jordania viven hoy en día 600.000 refugiados, un 10% de la población.

El trailer: