La relatora especial de la ONU para los derechos de los pueblos indígenas, Victoria Tauli-Corpuz, calificó hoy de crítica la situación de los originarios hondureños, a partir de la falta de reconocimiento y de acceso a servicios.

En una declaración circulada aquí tras su visita de nueve días al país centroamericano, la experta lamentó los problemas que enfrentan esas comunidades en materia de sus derechos a la tierra, los recursos, la salud, la educación, el empleo y la justicia.


Comentario: ¿No les parece una cualidad especialmente curiosa que las personas con peor calidad de vida en el continente americano, en el contexto de acceso a la tierra y a los recursos naturales, sean las que nacen en tierras de las que vienen sus ancestros; tierras que perdieron simplemente porque no tenían las armas adecuadas para defenderse de la invasion de los conquistadores europeos hace un par de siglos, y de los conquistadores capitalistas hoy en día?


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© Reuters

Asimismo, advirtió que los indígenas en Honduras son particularmente vulnerables ante la violencia y la impunidad.

De acuerdo con Tauli-Corpuz, genera preocupación la falta de reconocimiento, protección y acceso a las tierras ancestrales.
"Ellos reclaman el saneamiento de esos territorios (emisión de títulos), un tema en el cual el Gobierno debe actuar para fortalecer la gobernanza y el derecho indígena a la tierra", precisó.
La relatora especial, nombrada en 2014, denunció la intimidación, las amenazas, los asesinatos y otras graves violaciones de los derechos humanos de los originarios.
"Causa pesar ver que no se trata de hechos aislados, los que sufren los lencas por proyectos hidroeléctricos, los tolupanes por la minería o los garífunas por proyectos de turismo e infraestructura", señaló.
Tauli-Corpuz demandó mecanismos administrativos y legales que resuelvan los atropellos sufridos por los indígenas hondureños.

La experta realizó su primera visita oficial al estado centroamericano, donde dialogó con representantes originarios, organizaciones de la sociedad civil y funcionarios del Gobierno, en la capital Tegucigalpa y en localidades como Puerto Lempira, Auka, La Esperanza, Río Blanco y La Ceiba.

Las conclusiones de la estancia quedarán recogidas en su informe al Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

Diversas fuentes ubican en Honduras a siete grupos indígenas, cuya cantidad de integrantes difiere de acuerdo al autor del reporte, aunque parece haber coincidencia en que los lencas, miskitus y tolupanes constituyen las poblaciones más numerosas.