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El Pentágono teme que el despliegue de los sistemas de misiles antiaéreos rusos S-400 pueda complicar la situación en Siria, declaró a RIA Novosti este jueves la portavoz de la entidad militar norteamericana, teniente coronel Michelle Baldanza.

"Este tipo de sistemas complicarán más la de por sí compleja situación en el espacio aéreo de Siria y no representarán un avance contra el grupo terrorista Estado Islámico (EI) , que no dispone de fuerza aérea", afirmó Baldanza.

En ese sentido, la portavoz expresó su confianza de que Rusia cumpla "el memorando de entendimiento mutuo referente a la seguridad de los vuelos y no dirigirá estos sistemas contra los aviones de nuestra coalición".

El miércoles el ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigú, comunicó que había ordenado el envío de los S-400 a la base aérea de Hmeymim tras el derribo del cazabombardero Su-24 por parte de la aviación turca.

La aviación de transporte militar trasladó el sistema antiaéreo en el transcurso de 24 horas desde la región de Moscú hasta la base aérea, según informó a RIA Novosti un portavoz de la Fuerza Aeroespacial de Rusia.

El S-400, junto con el sistema Fort del destructor portamisiles Moskva, se encargarán de garantizar la seguridad del grupo aéreo ruso y abatirán cualquier objetivo que represente una amenaza.

Este sistema esta destinado a neutralizar los aviones de interferencia, aviones radares, aeronaves espías, aviones estratégicos y tácticos, misiles balísticos, objetivos hipersónicos y otros medios modernos y futuros de combate aéreo.

Turquía afirma que la aeronave rusa había incursionado en su espacio aéreo, mientras que Moscú mantiene que el aparato no cruzó la frontera y en ningún momento amenazó al país otomano.

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, calificó el derribo del Su-24 como "un golpe por la espalda".