El hallazgo podría obligar a revisar los actuales modelos que manejan los astrónomos sobre evolución estelar, que sugieren justo lo contrario.

red dwarf star
© NRAO/AUI/NSF; Dana Berry / SkyWorks
Un equipo de investigadores de distintas instituciones internacionales ha descubierto que la mayoría de las estrellas alberga en su interior un intenso campo magnético. De hecho, este es hasta diez millones de veces más potente que el de la Tierra en aquellas que son solo un poco más masivas que el Sol.

Para determinarlo, estos astrónomos han analizado una muestra de 3.600 gigantes rojas, unos objetos fríos y muy grandes, con una masa de hasta nueve veces la del astro rey, que ya han agotado el hidrógeno en su núcleo. Este podría ser, precisamente, el destino del Sol dentro de 5.000 o 6.000 millones de años. A partir de los datos recabados por la sonda Kepler de la NASA, cuyo principal objetivo es la detección de planetas extrasolares, los científicos han observado las huellas de un potente campo magnético en más de 700. Es más, el astrofísico Dennis Stello, del Instituto de Astronomía de la Universidad de Sídney, en Australia, que ha coordinado el estudio, destaca que con esta información han podido averiguar que este mismo fenómeno es muy común en las estrellas con una masa menor, de entre 1,5 y 2 la solar.

"En general, se pensaba que solo entre el 5 y el10% de las estrellas presentaban esta peculiaridad, por lo que la presencia de un campo magnético no se consideraba algo fundamental para el desarrollo de los modelos sobre evolución estelar. Nuestros resultados muestran claramente que es preciso revisar este aspecto", señala Stello.

Ahora, Stello y sus colaboradores, que han publicado sus conclusiones en la revista Nature, esperan que este trabajo permita afinar nuestros conocimientos sobre el ciclo magnético del Sol y su posible influencia en el clima de nuestro planeta.