Rosetta’s lander Philae
© AP Photo/Esa/Rosetta/Philae
La sonda Philae, parte de la misión espacial Rosetta, hizo historia en noviembre de 2014, cuando aterrizó por primera vez sobre un cometa a 200 millones de kilómetros de la Tierra. Pero los sistemas de aterrizaje funcionaron parcialmente y la sonda rebotó sin que haya podido recuperarse del impacto. Ahora los científicos tienen una última oportunidad de salvarla, antes que el cometa que la tiene en su superficie se aleje del Sol y la sonda se pierda para siempre.

Este martes comenzarán la última etapa del trabajo de recuperación los técnicos de la Agencia Espacial Europea, con el apoyo de todos los centros científicos del mundo, para intentar que el dispositivo, malogrado en la superficie del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, "resucite" ya que se encuentra sin dar señales de vida desde hace varios meses, antes de que el cometa pasase lo más cerca del Sol que lo hará en su periplo. Ahora deben lograr que se estabilice el conjunto técnico antes que al alejarse del sol, la luz sea tan escasa y las temperaturas tan bajas sobre el cometa, que la sonda ya no pueda recuperarse.

Cuando el tiempo se acaba

Con una temperatura que desciende día a día y se aproxima ya a los 51 grados bajo cero, cuando Philae no puede operar de ninguna manera, los técnicos en Alemania intentan todo lo imaginable buscando respuesta desde el módulo.

"El tiempo se nos acaba y queremos probarlo todo, pero el silencio de la Philae no augura nada bueno", afirma Stephan Ulamec, jefe del proyecto en declaraciones que recoge El País de Madrid. Los técnicos creen que uno de los receptores y un transmisor, se han dañado definitivamente y otros de los pares de dispositivos tampoco funciona.

Ahora han enviado desde la Agencia Espacial Alemana, órdenes para que se active el volante de estabilización, procurando que los paneles solares aún operativos se alineen mejor con el Sol para permitir una carga de las baterías y una eventual respuesta.

Koen Geurts, responsable técnico de la misión, dio a conocer un extenso comunicado donde aporte los detalles clave de la operación en marcha, pero advierte que de no haber avances "para finales de enero, las cosas se pondrán inconfortables al máximo para Philae".