Un error ortográfico convirtió a un pequeño estudiante de primaria en sospechoso de extremismo con conexiones terroristas, provocando una respuesta desproporcionada por parte de la policía británica.
niño 10 años terrorismo
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El niño de 10 años de Accrington, Lancashire, cometió el grave error de escribir que vivía en una "casa terrorista" (terrorist house, en inglés) cuando su intención era escribir "casa adosada" (terraced house, en inglés), lo cual no es algo imposible considerando el hecho de que los seres humanos aprenden por medio de la imitación, y que gracias a nuestros estúpidos estupendos medios de comunicación, es muy probable que este niño estuviese más familiarizado con la palabra terrorist que con la palabra terraced, ya que la ha de haber visto miles más de veces durante su corta vida.

Al ver el error ortográfico, el profesor de la escuela primaria no se detuvo a considerarlo como un simple error —bastante común en una clase de inglés ¿no lo creen?—, sino que decidió reportar el trágico incidente gramatical a la policía británica.

Como resultado de la denuncia, el niño fue interrogado el 7 de diciembre por la policía, y las cosas no pararon ahí, sino que además las autoridades irrumpieron en su casa y revisaron la computadora portátil de su familia.

Al principio, los familiares tomaron este error con un buen sentido del humor y lo descartaron como lo que era, un simple error ortográfico, pero imagine la sorpresa del niño y su familia al enterarse que por un error ortográfico, ahora estaban bajo la mira anti-terrorista de las autoridades fascistas británicas. Esto lleva el concepto de 'nazis gramaticales' a un nivel completamente nuevo.

"Si el profesor tenía algo de qué preocuparse debió haber sido de su ortografía", comentó a la BBC la prima del "sospechoso". Este comentario hace eco de lo que la gran mayoría de personas con un poco de sentido común pensarían al leer el escrito del niño. Pero parece que el sentido común es un concepto en peligro de extinción a causa de la campaña de terror en Europa, y quién sabe, tal vez algo por lo que nos puedan interrogar de la misma manera.

Como era de esperarse, el niño ahora tiene miedo de escribir, según comentan sus familiares, y al vivir la islamofobia sin sentido en carne propia, es muy probable que viva en un estado constante de miedo.

El policía y comisionado Clive Grunshaw criticó a la BBC por hacer público este incidente, y justificó a la situación diciendo que no se había abordado como un incidente de terrorismo en sí, y que se habían suscitado otros "temas preocupantes" en los trabajos del niño en la escuela, no solo el error ortográfico, y que estos fueron reportados por los canales apropiados.

Por supuesto, no tuvo la decencia de comunicar cuáles habían sido estos "temas preocupantes", posiblemente entre esos temas, ¿estaba el problema de que vestía como "terrorista" y que sus creencias eran islámicas? Más bien parece un mal pretexto para limpiar un poco la reputación de la policía después de su desproporcionada respuesta.
"En este caso, no fue necesaria ninguna acción adicional, pero si los profesores y la policía no hubieran actuado, habrían fallando en su deber de responder a las preocupaciones", comentó.
Típica respuesta de un seguidor de autoritarios que no ve más allá de las acciones inmediatas ante una "amenaza" inexistente -el fin justifica los medios-. Pero no solo resaltaremos su respuesta, sino que todo este asunto sin sentido es resultado de una cadena de seguidores de autoritarios reaccionarios que han cedido su sentido común a cambio de la ilusión de seguridad. La respuesta de las autoridades fue evidentemente extremista, y quien no lo vea así, ha caído presa del lavado de cerebro de las autoridades europeas.

El "deber" que tan rimbombantemente menciona el comisionado Grunshaw, se deriva del Acta de Seguridad Anti-Terrorismo aprobada en 2015, después de los ataques en París - hermana gemela del acta patriótica estadounidense - que bajo el pretexto de seguridad ante la campaña de miedo actual patrocinada por los poderes occidentales, busca imponer más control entre la población europea usando a los refugiados Sirios -entre otros- como chivos expiatorios. En las escuelas, los profesores están obligados a reportar cualquier sospecha de extremismo a la policía... sin tomar en cuenta que tan paranoicas y estúpidas sean estas sospechas... es bastante claro como las funciones superiores del cerebro relacionadas con el pensamiento crítico, comienzan a menguar en esta sociedad tan profundamente ponerizada.

Miqdaad Versi, subsecretario general del Consejo Musulmán de Gran Bretaña, el grupo más grande del Reino Unido que protege a las asociaciones islámicas, dijo que estaba al tanto de docenas de casos muy similares al de este niño de 10 años.
"Hay grandes preocupaciones de que las personas comunes y corrientes sean examinadas bajo el lente de la seguridad, y estén siendo considerados como potenciales terroristas en lugar de estudiantes. [...] Esto es una consecuencia natural de la extensión del "Deber de Prevención" en las escuelas, parte del programa de des-radicalización". comentó.
Desde el comienzo de este programa hasta finales de octubre del año pasado, 1.355 personas menores de 18 años fueron remitidos al mismo, en comparación con 466 en los 12 meses anteriores. Esto guarda cada vez más similitudes con los comienzos de la Alemania Nazi.

Ya no estamos hablando de armas de juguete o de cartón en EEUU, o relojes hechos en casa por estudiantes confundidos con bombas, ahora parece que la sola palabra escrita de terrorismo detona señales de pánico y paranoia entre los seguidores de autoritarios europeos, que desgraciadamente, cada vez son más debido a la amenaza fantasma del terrorismo domestico fabricado: