Medios kurdos reportaron el martes pasado la incursión ilegal de tropas turcas en la ciudad de Jarablus, Siria.
tropas turcas
© AFP 2016/ ILYAS AKENGIN
Hawar News reportó la entrada de aproximadamente mil soldados fuertemente armados, acompañados por vehículos militares y detectores de minas para atravesar los campos minados del EI. Al entrar en Jarablus, las tropas armadas se desplazaron hacia el oeste.

La sorpresa más grande no fue la incursión ilegal en sí, sino que los testigos afirmaron que los extremistas del EI no movieron un solo dedo ante el paso de las tropas turcas, y que apenas "se limitaron a observar".

El Jerusalem Post resaltó lo obvio: la falta de acción por parte de los terroristas del EI no solo resultó bastante sospechosa, sino que definitivamente confirma la idea de la colaboración entre Turquía y el EI para frenar a las milicias kurdas al norte de Siria, entre otras cosas.

Erdogan anunció el mes pasado que la coalición occidental liderada por la OTAN tomaría medidas contra el EI en Jarablus, pero es claro que fue el pretexto perfecto para incursionar en territorio sirio y velar por sus propios intereses:

El periodista Pepe Escobar comentó a RT que la región kurda de Jarablus, controlada por el EI, "es exactamente lo que está cortando la conexión geográfica entre los dos cantones kurdos, kobani y afrin". "El pretexto: borrar al EI del mapa. La verdadera razón: evitar que los dos cantones se fusionen."

Además, Escobar señala que es otra razón para el enfrentamiento con Moscú, ya que "la estrategia de Rusia se basa en muy buenas relaciones con los kurdos sirios".

Turquía comenzó a tomar acciones más agresivas en la zona con el respaldo de Occidente desde que Rusia se involucró en la guerra contra el EI. Rusia no solo comenzó a mostrar resultados contundentes que desestabilizaron el juego de ajedrez occidental en la zona, sino que también comenzó a cortar las vías de transporte para el petroleo sirio robado por el EI que beneficia a varios miembros de la OTAN indirectamente y a la famila Erdogan directemente.

Hasta ahora EE.UU. ha desestimado la evidencia de la venta de petroleo ilegal robado por los terroristas, algo que no es de extrañar, ya que si uno de los vasallos de la OTAN tiene el control del petroleo de una zona no alineada, también beneficia a EE.UU. de una u otra forma.
"El petroleo robado puede fluir a través del territorio controlado por Damasco. No puede fluir a través de Irak dominado por los chiítas. No puede ir hacia el este, a Irán. Es Turquía o nada", escribe Pepe Escobar. "Turquía es el brazo más oriental de la OTAN. EE.UU. y la OTAN 'apoyan' a Turquía. Así que se puede argumentar que EE.UU. y la OTAN, en última instancia, apoyan al Estado Islámico", resalta Escobar.
Turquía está desesperada por proteger la ruta Alepo-Azez-Killis, que es "esencial para todo tipo de contrabando [...]. Por lo tanto, la estrategia de Ankara consiste en "mover sus peones turkmenos, además de los 'rebeldes moderados', en toda la región de Jarablus".

En paralelo con la nueva incursión ilegal turca, Maria Zajárova, la portavoz del ministerio de exteriores ruso, resaltó que los terroristas del Frente Al Nusra recibieron refuerzos desde Turquía, y les preocupa que las fortificaciones turcas en la frontera con Siria puedan ser usadas como puntos de apoyo para los terroristas.
"Es posible que dichas fortificaciones a lo largo de la frontera sirio-turca estén destinadas a ser utilizadas como base para grupos armados ilegales", señaló.
La portavoz aprovechó el momento para pedirle a Ankara que terminara con el exterminio de los kurdos:
"Hacemos un llamamiento para detener el exterminio de la población civil en las zonas kurdas del país, para poner fin al toque de queda y garantizar el acceso de los observadores extranjeros", ha dicho Zajárova.
Esta es la segunda incursión ilegal turca en la zona en un periodo de dos meses; el pasado 4 de diciembre un batallón de tanques turcos entró en la provincia de Nínive en Irak, bajo el pretexto de entrenar a los combatientes de las formaciones populares kurdas que luchan contra el EI. La mentira no puede ser más evidente.

El ministerio de defensa iraquí consideró este movimiento como un acto hostil... pero ¿no es obvio acaso? ¿Quién diablos entra a tú país con tropas armadas y tanques sin pedirle permiso a nadie? Turquía actúa de este modo porque sabe bien que tiene el respaldo de la OTAN y que puede hacer lo que le plazca mientras vele por sus intereses.

Tras este incidente, el ministro de exteriores iraquí Ibrahim al Jaafari presentó una queja formal ante el Consejo de Seguridad de la ONU. Un papel más en la interminable montaña de quejas y denuncias hechas contra las acciones criminales de los perros de la OTAN. Todo se queda en palabras escritas ante una organización que solo sirve de fachada "democrática" para las acciones de los patócratas occidentales.

En conclusión, los objetivos de los títeres occidentales en Turquía son:
  • Continuar con el exterminio de los kurdos,
  • Asegurar las vías de transporte para mantener el flujo del petroleo ilegal,
  • Continuar antagonizando a Rusia —de manera no tan indirecta—,
  • Continuar desestabilizando la zona para beneficio de sus amos occidentales.
  • Y seguir impulsando la agenda de la OTAN imperialista.
Y ya que mencionamos de paso a la OTAN y su agenda imperialista en la zona, no se nos podía pasar por alto esta última joya propagandística anti-rusa estadounidense:
"El Departamento de Estado de EEUU declaró a través de los representantes de su servicio de prensa que no ve los esfuerzos que hace Rusia para prestar apoyo humanitario a Siria", dijo la portavoz del ministerio de exteriores ruso, María Zajárova.
EE.UU. siempre ciego a lo que no le conviene, pero abre bien los ojos cuando sirve a sus intereses.

Rusia ha sido él único interesado en apagar el fuego que Occidente comenzó en Medio Oriente.