En este programa, Rusia "es presentada una vez más como la encarnación del mal", la villana opuesta "a los amantes de la paz de la OTAN", escribe en su artículo para RT el analista y periodista estadounidense Robert Bridge, que considera que la BBC "desata la histeria antirrusa a niveles apocalípticos".
El analista destaca que, desde el colapso de la Unión Soviética, Moscú "se ha negado obstinadamente" a seguir el juego de los analistas occidentales, que se han esforzado en retratar a Rusia "como una nación bárbara que se apropia de las tierras y está obsesionada con la idea de restaurar las propiedades inmobiliarias imperiales".
"Por lo tanto, parece que la BBC ha considerado necesario idear un estado alterado de la realidad, una verdadera zona de penumbra, para convencer a su público de las intenciones 'reales' de Rusia", señala el periodista."¡Eureka! Al mismo tiempo que los contratistas militares del Reino Unido están salivando ante la perspectiva de ganar contratos de miles de millones de dólares para reemplazar la colección real de submarinos dotados con armas nucleares Trident, llega una película alarmista financiada por el Estado y protagonizada por la villana Rusia para darle algo de crédito a la iniciativa", apunta el analista.
El resultado, según Bridge, es "el sueño húmedo de un contratista militar, una bomba antibúnker apocalíptica titulada sin sutileza 'La Tercera Guerra Mundial: En la sala de guerra', que representa un enfrentamiento escalofriante entre Rusia y la OTAN y el comienzo de la Tercera Guerra Mundial".
El autor del artículo cita la opinión formulada por el diario 'The Daily Mail', que califica el programa de "'juego de guerra' totalmente realista", que introduce "cuestiones muy preocupantes, sobre todo a la luz del bullicio político actual en torno a los planes del Gobierno de gastar 100.000 millones de libras [144.743 millones de dólares] para la sustitución de nuestra flota de submarinos Trident".
En la misma línea, Bridge recuerda también las palabras del primer vicepresidente del Comité del Consejo de Seguridad ruso, Franz Klintsévich, que declaró la semana pasada que "la película de la BBC 2 que muestra a Rusia desencadenando la tercera guerra mundial permitirá a los países de la OTAN justificar sus gastos militares".
Reacción de Moscú
Mientras tanto, en el Kremlin comentan que no han visto el programa de la BBC, ya que prefieren "no perder tiempo" en productos de mala calidad.
"Desafortunadamente, nuestros colegas de la BBC han permitido últimamente la publicación de productos de muy baja calidad. Por lo tanto, no nos apresuramos a familiarizarnos con ellos", declaró a la prensa el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov.
Comentario: La respuesta del Kremlin ante esta penosa situación fue de lo mejor. ¿Para qué perder tiempo viendo este tipo de programas que claramente siguen la línea de los intereses geopolíticos occidentales? La BBC debería limitarse a los dramas de época y olvidarse de lo que intenta hacer pasar por periodismo, que es vergonzoso.
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