México prepara medidas de política fiscal y monetaria que contemplan nuevos ajustes al gasto público ante los bajos precios del crudo que continuarán, comenzando por la estatal Petróleos Mexicanos, dijo el secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray.

El gobierno de Enrique Peña se apresta a "realizar un ajuste al gasto, empezando por Pemex", indica un comunicado del despacho del jefe del gabinete económico.
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El anuncio ha sido hecho luego de que el Gobernador del Banco de México (Banxico, autónomo emisor de moneda), Agustin Carstens, hiciera la semana pasada una declaración en esa dirección, apuntando a la necesidad de proteger las finanzas de Pemex.


Comentario: Es decir, una entidad privada acaba de decirle al presidente de una nación soberana qué es lo que tiene que hacer. ¡Vaya soberanía! Parece más bien que es algo así:

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© La historia de las cosas | Sott.netEl gobierno al servicio de las empresas privadas.

El Gobierno federal y Banxico "seguirán trabajando de manera conjunta para utilizar todos los instrumentos de política económica", y ambas instancias analizan "las acciones a tomar con Pemex ante los bajos precios del petróleo que se espera continuarán", indica la declaración de Videgaray.

La "absoluta coincidencia" con la visión de Banxico contempla "enfrentar la volatilidad y aversión al riesgo que existe con respecto a los mercados emergentes, utilizando de manera integral y bien coordinada los instrumentos de política económica, como la política fiscal y monetaria", dijo el secretario de Finanzas.

El ajuste al gasto de Pemex "deberá tomarse al interior del Consejo de Administración "de la empresa estatal, dado que es donde se tiene en este momento la mayor dificultad en virtud de la caída de los precios del petróleo".

Los impuestos a la exportación petrolera del décimo productor mundial de crudo han pasado de aportar un 40 por ciento al gasto público en 2012, a menos del 20 por ciento en 2015.

El gobierno ha decidido "acompañar este ajuste al gasto de Pemex con un ajuste preventivo para 2017, dado el entorno en precios de petróleo, lo que generará una menor disponibilidad de recursos para el gasto federal", anunció el responsable de las finanzas públicas del país latinoamericano.

Ingresos blindados

Para 2016 las finanzas públicas se encuentran "protegidas por la cobertura petrolera contratada", puntualizó Videgaray.

Se trata de seguros comprados en bancos de Nueva York que garantizan un precio promedio anual de 49 dólares por tonel de exportación, mientras en realidad la mezcla mexicana vale menos de la mitad de ese precio, y ronda los 25 dólares por cada tonel.

En 2015, México ganó 5.600 millones de dólares con esas coberturas petroleras: recibió en sus finanzas públicas un pago de 6.300 millones de dólares de la banca extranjera, a cambio de unos 700 millones de dólares pagados por esos seguros.

Los seguros del precio del barril se elevaron en 2016 y ha costado unos 1.100 millones de dólares, pero el Gobierno ha protegido así sus ingresos fiscales anuales, una protección excepcional que tiene México, con la que no cuentan otros países productores de petróleo.


Comentario: ¿Países como Venezuela o Irán, tal vez? Algo que es curioso en virtud del hecho de que los precios del crudo a nivel global pueden ser manipulados a la alza o a la baja, de manera artificial por los productores.

Es como si México tuviese la certeza de que por el hecho de que pudo comprar un seguro sobre el precio del petróleo, no va a salir afectado por la estrategia detrás de la caída de los precios del petróleo. No olvidemos que fueron exactamente las pólizas de seguro y las compañías que las vendían las que iniciaron la crisis financiera en el 2008.


México se adelantó a otros países y aplicó desde hace un año una reducción preventiva del gasto público de alrededor de 0,8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), unos 8.000 millones de dólares, de los cuales Pemex cargó con la mitad de ese recorte de gastos.

Para 2016, se aplica una segunda gran reducción similar del gasto público, que sumadas representan una reducción de 1,5 por ciento del PIB, unos 16.000 millones de dólares recortados al gasto programable en dos años.


Comentario: Esta parece la típica solución (o mejor dicho el robo) de los gobiernos actuales ante las crisis. ¿Estamos hablando de reducir el gasto público que podría ser utilizado para realizar mejoras en los servicios brindados por el Estado a la población? Y si ese es el caso, ¿por qué siempre que los empresarios corren el riesgo de tener grandes pérdidas son las personas en general quienes tienen que pagar por ello? Suena bastante injusto, ¿no es así?.


Se secretario Videgaray no anunció la magnitud del nuevo recorte para 2017, del cual Pemex será el mayor afectado, en un año decisivo cuando salgan a licitación campos petroleros en aguas profundas, donde el Estado mexicano espera firmar contratos por unos 44.000 millones de dólares para cinco años.

Más del 90 por ciento de la economía mexicana ha dejado de depender del petróleo y sólo 6 por ciento son ventas de crudo, mientras hace dos décadas, en 1985, más del 80 por ciento de sus exportaciones eran petróleo crudo.