Imagen
© Efe
La comisión creada hace un año en Austria por la Iglesia católica para investigar denuncias de abuso sexual y físico informó de que ha registrado casi 840 casos de abusos presuntamente realizados.

La comisión de la Iglesia católica, creada en Austria en marzo del año pasado después de una serie de revelaciones de maltratos y abusos en instituciones de la iglesia, investiga casos de abuso físico, sexual y emocional perpetrado contra menores para determinar la crueldad, las palizas o el sadismo contra las víctimas, algo que antes fue ocultado por la jerarquía católica.

Además, en junio pasado se estableció un fondo de compensación destinado a las víctimas que retribuirá económicamente a los que han sufrido abusos sexuales y maltratos físicos por parte de religiosos, y les costeará terapias para recuperarse de su traumática experiencia.

La responsable de la Comisión Independiente, la exgobernadora provincial y política democristiana Waltraud Klasnic pretende esclarecer los casos de abusos a menores. No obstante, esta comisión no tiene ningún poder legal sino que debe pasar los casos a las autoridades.

Mientras tanto, los escándalos no dejan de multiplicarse. La información sobre nuevos casos de abusos y pedofilia provocan polémica no solo en Austria, sino que se expanden a las diócesis católicas de Bélgica, España, Francia, Italia, Alemania, Polonia, Gran Bretaña, México, Estados Unidos, Costa Rica, Puerto Rico, Colombia, Argentina y Chile, lo que ha venido a denominarse 'Epidemia de las Sotanas'.

El mayor escándalo fue en Irlanda, donde se habló de centenares de menores que presuntamente fueron víctimas de las aberraciones de algunos sacerdotes católicos. Así, el mismo Papa Benedicto XVl llegó a calificar de atroces los abusos cometidos durante 30 años contra más de 400 niños irlandeses por 46 sacerdotes de la archidiócesis de Dublín.