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© DesconocidoSoldados británicos supervisan la labor de efectivos del Nuevo Ejército Afgano.
El presidente de Afganistán, Hamid Karzai, aseguró este miércoles que el movimiento "Al Qaeda fue echado" de su país en 2001 y ya "no tiene ninguna base" en la nación asiática, así lo dio a conocer en una entrevista a la cadena de televisión estadounidense ABC News.

El mandatario señaló que la guerra debería ser peleada contra los santuarios del terrorismo que están fuera de Afganistán, apuntando, además, a recortar los recursos financieros de Al Qaeda.

"Debemos unirnos todos, Pakistán, Afganistán y nuestros aliados, para conducir una campaña contra Al Qaeda más eficaz, conducida políticamente y, sólo cuando es requerido, militarmente", expresó el mandatario afgano.

El presidente reconoció que "se cometieron muchos errores. El primero fue el de no concentrarse en los santuarios de los terroristas; el segundo fue no prestar atención a la policía y a las fuerzas armadas; y el tercero fue hacer la guerra al terrorismo en Afganistán en las localidades donde no estaba (...) la cuarta cosa que no funcionó fue la multiplicidad de las fuerzas y la falta de coordinación entre ellas. Necesitamos que haya una sola voz, que haya un acercamiento coordinado, que haya un compromiso para las fuerzas afganas".

El pasado siete de octubre se cumplió el octavo aniversario de la invasión de Afganistán. Todavía existe el dilema de enviar todavía más tropas para contener a un enemigo que sobre el terreno ha logrado tomar la iniciativa.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha optado por una profunda revisión estratégica del conflicto enviando a 13 mil soldados más a un conflicto que hasta la fecha ha cobrado la vida de ochocientos militares del Pentágono y otros quinientos de otros países aliados, entre ellos Colombia que fue la ultima nación en cooperar con aproximadamente mil efectivos de su Ejercito.

El envío de miles de soldados más a Afganistán, que no había sido anunciado previamente, se sumarán al contingente de 21 mil que aprobó Estados Unidos en marzo pasado. Este envío tiene como objetivo situar el contingente estadounidense a 68 mil a finales de año, la cifra más alta desde el comienzo de la guerra en 2001.

Entre tanto, el primer ministro británico, Gordon Brown, igualmente anunció que llevarán a tierras afganas 500 soldados más, elevando a 9 mil 500 el contingente militar en ese país asiático.

Brown hizo el anuncio poco después de confirmarse que son 221 los soldados británicos que murieron desde el inicio de la campaña afgana.