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© Getty ImagesLa única enfermedad cuya prevalencia disminuyó es la sordera de moderada a alta
La proporción de niños y adolescentes en Estados Unidos diagnosticados con una discapacidad de desarrollo como el déficit de atención se ha incrementado 17% desde finales de 1990, según un nuevo informe de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades estadounidenses (CDC, por sus siglas en inglés), reportado por Health.com.

Entre 1997 y 2008, el número de niños con una discapacidad aumentó de 8.2 millones hasta alrededor de 10 millones, equivalente a más del 15% de todos los niños de entre 3 y 17 años en ese país, hallaron los investigadores.

Esta tendencia a la alza ha sido impulsada principalmente por aumentos en el número de niños diagnosticados con autismo y trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), aunque la prevalencia de la tartamudez y dificultades de aprendizaje también ha aumentado, señaló el portal.

El estudio, que aparece en la edición de junio de la revista Pediatrics, es el primero que recopila datos nacionales representativos sobre discapacidades del desarrollo desde 1988, dice Sheree Boulet, médica en salud pública, una de los autores del estudio y epidemióloga del Centro Nacional de Defectos Congénitos y Discapacidades del Desarrollo de los CDC.

Las razones de los aumentos no están claras, pero la creciente toma de conciencia y la aceptación cada vez mayor de las discapacidades del desarrollo pueden haber jugado un papel muy importante. Por ejemplo, la disponibilidad de tratamientos tempranos y efectivos para condiciones como el TDAH podrían animar a más padres a examinar a sus hijos para detectar la enfermedad, explica Boulet a Health.

Al mismo tiempo, la aparición de discapacidades puede estar aumentando realmente. La tendencia a tener hijos más tarde en la vida, más nacimientos prematuros, y el uso cada vez mayor de tratamientos de fertilidad - los cuales son todos factores de riesgo de discapacidades del desarrollo - podrían estar contribuyendo a las tasas más altas, dicen los investigadores.

Los hallazgos "sugieren que existen más estrategias de prevención que podrían ser llevadas a cabo", dijo Boulet.

El estudio se basó en encuestas de salud representativas a nivel nacional en Estados Unidos, que incluyeron entrevistas en persona con cerca de 120,000 niños en todo el país. Durante las entrevistas, los investigadores preguntaron a los padres si sus hijos habían sido diagnosticados con autismo, TDAH, dificultades de aprendizaje, parálisis cerebral, convulsiones, tartamudez, sordera, ceguera o discapacidad intelectual (antes conocida como retraso mental).

La tasa de discapacidad pasó de 13% a poco más de 15% durante el periodo de estudio de 12 años. En 2008, las discapacidades más comunes eran el TDAH (7.6%) y dificultades de aprendizaje (7.2%). Aproximadamente el 0.75% de los niños habían sido diagnosticados con autismo, por encima del 0.19% en 1997, indicó Health.

La única discapacidad que disminuyó fue la pérdida de la audición moderada a profunda, que bajó 31%, señaló el portal. Las diferencias en las tasas de diagnóstico entre líneas étnicas, económicas y de género fueron sorprendentes, dice Boulet.

Por ejemplo, casi el doble de niños que de niñas tenía una discapacidad. Esto podría deberse a que algunas discapacidades genéticas tienen más probabilidades de ser heredadas por los varones, aunque también podría ser que los síntomas del TDAH y otras discapacidades son más evidentes en los niños, y por tanto son más propensos a ser diagnosticados, señala el estudio citado por Health.

Las tasas fueron también sustancialmente superiores al promedio entre los niños de familias de bajos ingresos y niños en la cobertura de salud Medicaid. Los niños hispanos tuvieron índices más bajos de las discapacidades que los niños blancos o afroamericanos, lo cual tal vez refleja las dificultades del idioma y otras barreras para el acceso a los servicios de salud, en lugar de una verdadera tasa de discapacidad.

El aumento de discapacidades visto en el estudio apunta a la necesidad creciente de servicios sociales y de salud especializados (como servicios de salud mental y terapeutas), dicen Boulet y sus colegas a Health. Sin embargo, debido a las presiones presupuestarias sobre el sistema de salud, los niños están en riesgo de carecer de ese tipo de tratamiento y prevención especializada, dice Alan Hilfer, director de psicología en el Centro Médico Maimonides, en la ciudad de Nueva York.

"Estamos más concientes de que la intervención temprana es la clave para el mayor éxito en estos niños", dice, "(Pero) necesitamos los recursos para hacer eso".