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El 53 por ciento de las llamadas recibidas entre septiembre de 2010 y marzo de 2011 al número 116000 para casos de niños desaparecidos que gestiona la Fundación Anar hacen referencia al secuestro parental de un menor.

Así lo asegura en un comunicado la Fundación Anar, con motivo de la conmemoración mañana del Día Internacional de Niños Desaparecidos, jornada que tiene su origen en un hecho ocurrido el 25 de mayo de 1979 cuando un menor fue raptado en Nueva York (Estados Unidos) y posteriormente se le dio por desaparecido.

La Fundación puso en marcha en España el pasado 15 de septiembre el número único de la UE 116000 para casos de niños desaparecidos tras adjudicarle la gestión de este servicio el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio.

Anar asegura que los familiares amigos y educadores de los niños desaparecidos viven una situación "inimaginable para todos", por lo que es necesario "brindarles el apoyo psicológico, técnico y jurídico que pueda aliviar la angustia de estos momentos". La UE respondió a este problema precisamente con la implantación del teléfono único 116000 para todo el continente, que en el futuro apunta el comunicado, será de ámbito mundial.

Actualmente, este número está activo en 13 países europeos y para ofrecer este servicio en España y actuar de "forma coordinada" con el resto de los países europeos, la Fundación Anar forma parte de la plataforma internacional "Missing Children Europe" (Niños Perdidos Europa). El total de llamadas atendidas desde que se puso en marcha el teléfono el 15 de septiembre de 2010 hasta el 31 de marzo de 2011, asciende a 1.775 llamadas procedentes de toda España y muchas de ellas son para informarse sobre las características del servicio y qué ayudas puede ofrecer.

Hasta el 31 de Marzo de 2011, estas llamadas han dado origen a la apertura de 117 casos por desaparición de un menor.
Según explica la Fundación Anar, un niño desaparecido puede haberse fugado de su domicilio, ser un menor de edad inmigrante no acompañado, puede ser objeto de un secuestro parental, puede estar perdido o herido, o bien puede ser víctima de un secuestro.

En este sentido, indica que en el periodo de tiempo mencionado, el 53 por ciento de los casos atendidos hacen referencia al secuestro parental de un menor, es decir, cuando uno o ambos padres, o la persona que ostenta la guarda del menor se lo lleva a otro lugar dentro del país, o al extranjero, contra la voluntad del otro progenitor.

El 33 por ciento de los casos se deben a fugas de menores de su domicilio: aquellas en las que el menor voluntariamente se va o abandona su casa, la institución donde está acogido o la compañía de las personas que son responsables de su cuidado.