Desde tiempo casi inmemorial se especula con la existencia de hombres salvajes habitando en algunas zonas aisladas y poco accesibles de los Pirineos. Esta posibilidad vuelve a estar de actualidad tras los datos aportados por recientes expediciones realizadas en la zona de Bielsa, en Huesca.

Agradecemos al investigador y cineasta francés Florent Barrere, promotor y divulgador de estas expediciones, permitirnos el acceso a sus informes y extraer de ellos el artículo que transcribimos a continuación, obra de este buscador de lo insólito. En él se nos da cuenta de lo sucedido en las dos expediciones organizadas por la asociación Les films de la grotte con el objetivo de recabar datos sobre el hombre salvaje de los Pirineos, a raíz de tener conocimiento del caso del llamado yeti de Peña Montanesa.

Disfruten con el relato...


Expediciones a Bielsa
Por Florent Barrere


1.Localización de Bielsa y sus alrededores

mapa bielsa
© DesconocidoMapa de orientación del valle de Bielsa
Bielsa es un pequeño pueblo situado en la entrada al valle de Monte Perdido, en la provincia de Huesca, en el Pirineo aragonés. Para entrar a este valle, desde Francia, lo más fácil es tomar el camino a Saint-Lary-Soulan, en el valle de Aure y el paso por el túnel de Saint-Lary. Algunos pueblos españoles - con muy baja densidad de población, excepto Bielsa - prometen abundantes sorpresas en el valle de Monte Perdido: Peña Montañés, Espierba, Parzan ...

El bosque de montaña principal de Monte Perdido es conocido como La bola verde o pineta , es decir, "el valle verde con árboles." Este valle es muy húmedo y típico de los bosques pirenaicos: árboles frondosos de hoja caduca y arbustos hasta los mil metros, mezclado con coníferas entre los 1000-1800 metros.

2. Incidente en los alrededores de Bielsa

Un caso bien conocido se produjo en la región conocida como Peña Montanesa ( Huesca ) en el Pirineo aragonés. Se trata de una zona tranquila y sólo visitada por pastores que trabajan con sus rebaños. El 4 de mayo de 1993, un grupo de seis leñadores se encontró con un extraño ser de 1,7 metros de altura en este paraje. Según Manuel Cazcarra, uno de los trabajadores, estaban cortando árboles cuando "en torno a 15:45, de repente escuché gritos, gritos agudos que se parecían a los de las cabras salvajes. Pensamos que alguno de estos animales se habría caído de un acantilado y me acerqué a ver qué había sucedido. Y cuando lo vi, estaba encaramado en un pino, aferrándose a una rama con las manos y los pies. Gritó. La distancia que nos separaba de la criatura era de unos 90 metros. Llamé a mis compañeros para que vinieran a ver y el primero que lo hizo fue Ramiro López, que llegó a tiempo para ver cómo el ser descendió del árbol para esconderse detrás de un arbusto grande. El resto de mis compañeros también llegaron pero, desafortunadamente, no lo pudieron ver. Sin embargo, tuvieron que evitar un tronco que iba hacia ellos, sin duda lanzado con violencia por parte del hombre-mono ".

Estas son las palabras simples y precisas utilizadas por un hombre que ha visto osos, aunque últimamente éstos se han vuelto escasos en los Pirineos españoles. Estaba seguro de que no podía ser un oso ni ninguna otra criatura conocida de la fauna pirenaica. Cuando le preguntamos a Manuel Cazcarra si había encontrado otras señales en los siguientes días, respondió: "Unos días más tarde se encontró que la ventana de uno de nuestros vehículos Land Rover estaba rota, al igual que hace unos días, un camión oruga había sido medio destruido. " En la misma semana, una patrulla de la Guardia Civil, acompañada por uno de los leñadores, se dirigió a la zona y encontró huellas extrañas en el suelo. Aunque no parecían pertenecer a ningún animal conocido la Guardia Civil - para evitar el pánico - ha difundido la hipótesis de que las huellas fueron causadas probablemente por un oso que se escapó de una reserva natural cercana.

3. Expedición 1 :Arboles rotos.

árboles
© Desconocido
mapa
© Desconocido
La primera expedición a los alrededores de Bielsa fue organizada por iniciativa de Philippe Coudray quien, con su hermano gemelo Jean Luc Coudray, visitó en julio de 2008 esta región para intentar un "primer avistamiento hominológico", tras tener conocimiento del reciente testimonio de los leñadores españoles . Con la experiencia adquirida en las dos expediciones en busca del hombre salvaje americano (Sasquatch 2007 de Texas y Sasquatch 2008 en la Columbia Británica), Philippe Coudray fue capaz de profundizar en las montañas del valle de Monte Perdido y ofrecer su punto de vista sobre unas construcciones de madera o árboles rotos hechos intencionalmente que hallaron.

La primera localización fotográfica de Philippe y Jean Luc Coudray se situaba alrededor de la pequeña carretera asfaltada D11, que se toma en Bielsa en dirección a Espierba. Una vez pasado el pueblo de Espierba, los árboles rotos se encuentran a lo largo del camino.

En este camino, tres conjuntos de árboles rotos en distintas alturas, normalmente entre dos y tres metros, han sido hallados y fotografiados por los hermanos Coudray. Esta es la estructura más caracteristica de esta serie de árboles rotos:

arboles
© DesconocidoEstructura de madera en Esperbia
A priori, estos dos jóvenes árboles pueden haberse roto por accidente tras una fuerte tormenta, como suele ocurrir en este bosque de montaña.

Sin embargo, los detalles de esta estructura nos dice algo más: además de estar los dos árboles situados a la misma altura, algo que puede suceder en la naturaleza, los dos jóvenes troncos rotos son sostenidos por una rama más blanda que era artificial, pues estaba colocada para soportar la estructura.

detalle arboles
© DesconocidoDetalle de la estructura
Por lo tanto, lo que podría parecer un mero accidente de la naturaleza, un simple montón de madera dispuesto así por el azar de los agentes naturales, parece ser una estructura intencionalmente fabricada , independientemente que la altura igual en los dos pinos rotos sea casual o no.
Hasta aquí, la primera parte de los descubrimientos aportados por las expediciones francesas realizadas en la zona de Bielsa. Como hemos leído, han encontrado singulares construcciones que también han sido halladas en otras partes del mundo. Construcciones que, en la segunda de las expediciones, se volverán más elaboradas y darán lugar a preguntarse qué o quién las ha hecho y con qué objetivo. La respuesta, en unos días...
Expedición a Bielsa ( parte II )

Expedición 2: Construcciones y una serie de huellas

La segunda expedición cerca de Bielsa se llevó a cabo en agosto de 2009 y tuvo como base una casa de campo en Azet , en las cercanías de Saint-Lary. En esta ocasión, dos enigmas fueron encontrados: la aparición de nuevas construcciones de madera y el hallazgo de una pista que -sin sombra de duda- debe ser atribuida a un animal bípedo.

Con Philippe y Jean Luc Coudray, decidimos volver a la carretera donde los árboles rotos fueron fotografiados en julio de 2008, la D11, que sale de Bielsa y pasa a través de la pequeña aldea de Espierba. Las viejas construcciones no han podido ser encontradas de nuevo, pero una estructura de madera con forma estrellada fue fotografiada a lo largo de esa ruta.

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© DesconocidoEstructura en cruz cerca de Espierba
Estas construcciones de carácter intencional, muy toscas como para servir de utilidad al hombre - bien sean de madera o de piedra-, se encuentran en cada zona geográfica en que las pruebas sobre el hombre salvaje abundan. Según escribe Ivan T. Sanderson, en su obra El abominable hombre de las nieves: la leyenda cobra vida (1961):
"Los sherpas, si hemos de creer los rumores, han descubierto construcciones de piedra en las zonas frecuentadas por los "meh-tehs", además de excrementos, cadáveres de animales y otros objetos. Este rumor concuerda, en cierto modo, con las pruebas encontradas por los indígenas de la Columbia Británica que habrían hallado una especie de cámara de incubación construida toscamente con piedras en una cueva. También tenemos, a través de los rusos, los testimonios de algunos habitantes de Eurasia central, que afirman que los "almas" trenzan los árboles y los utilizan como refugio para pasar la noche ".
Y si las construcciones de los troncos en forma de estrella pueden parecer estructuras accidentales, otras más pequeñas halladas en el suelo, e identificadas también en la Columbia Británica, parecen desafiar las leyes del azar: de hecho, ¿cuántas posibilidades existen de que tres ramas se entrecrucen accidentalmente en un punto central? Sólo un estudio cuidadoso sobre la ley de caída de los árboles podría arrojar luz sobre este enigma.

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© DesconocidoEstructura "estrellada" en el suelo
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© Desconocido
La pista animal encontrada un poco más lejos, cerca de la carretera D19 y los alrededores de Espierba, nos ha parecido también muy interesante por la locomoción bípeda que esboza: una alternancia de tres huellas más o menos dispuestas a lo largo de un mismo eje derecho, con una gran distancia entre cada paso.

Debido al suelo seco y desmenuzado, sólo se pudo obtener una débil moldura de los detalles anatómicos de esta serie de tres impresiones, lo que no permite su posterior análisis y comparación con otras huellas de animales registradas en la zona: lobos, zorros, osos, perros salvajes ...

Sin embargo, algunos detalles son evidentes:

1. La pista muestra una clara alternancia entre un pie derecho y un pie izquierdo: las extremidades anteriores no han sido posadas en el suelo. Así que, el rastro, es de un animal bípedo.

2. Ninguna irregularidad marca un trazado de suela: la huella no es la de un zapato. Así que el rastro es de un animal bípedo con los pies descalzos.

3. La distancia entre cada huella es muy grande, casi el doble que la de una marcha humana normal.

Por lo tanto, este rastro es atribuible a un animal bípedo, con los pies descalzos y poseedor de una gran zancada.

( Fin de la segunda y última parte )

Hasta aquí las interesantes evidencias de un supuesto hombre salvaje encontradas por el equipo francés en el Pirineo oscense. Nos llama poderosamente la atención la similitud existente entre las estructuras hechas con troncos halladas en la zona de Bielsa y las encontradas en otras partes del mundo, como en la montañosa región de Shoria, situada en la taiga siberiana oriental.

Al menos, así lo atestigua la expedición realizada en 2010 hacia esa remota parte del mundo, comandada por Igor Burtsev, director del Centro Internacional de Hominología. Según su opinión, "al principio, pensamos que los yetis hacían estas construcciones para usarlas como refugios, pero luego llegamos a la conclusión de que se trata de una especie de punto de referencia para ellos, de jalones. De este modo, acotan su territorio y se comunican con sus semejantes. "

Tal vez tenga razón el científico ruso y tanto los supuestos yetis siberianos como los pirenaicos se encuentren en un óptimo nivel intelectual que les permita ( siempre dentro de la especulación, por supuesto ) crear primitivas construcciones a modo de elementos de aviso o de comunicación con otros miembros de su grupo o -tal vez - con otros grupos de homínidos.

Reiteramos una vez más las gracias a Florent Barrère por permitirnos el acceso a su formidable trabajo y le deseamos toda clase de éxitos en sus investigaciones entorno a este enigma que persigue a ambos lados de los Pirineos.