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Cuando comentaba que nos íbamos a reír con Michele Bachmann no lo decía por nada.

La forma abreviada de describir la flexibilización cuantitativa es: una licencia para imprimir dinero sin ningún valor detrás... En los dos últimos años de la administración Obama, quien tiene un dólar de su bolsillo significa que ha perdido un 14 por ciento del valor de ese dólar. Eso significa que el gobierno federal ha robado su dinero... Ellos han estado imprimiendo moneda sin valor esencial inundando la oferta de dinero. Un dólar en 2011 debería ser el mismo que un dólar en 1911. Un dólar debe ser equivalente a un dólar.

Tamaño analfabetismo económico descalificaría a un candidato en cualquier país que no se llamara Afganistán o Arabia Saudí, por dar dos ejemplos rápidos. La idea de que durante un siglo EEUU no debería haber tenido inflación tiene que poner los pelos de punta a los empresarios o sencillamente a cualquier persona que haya pasado por la universidad. En realidad, esto último ni siquiera es un factor fundamental para entender la enormidad del desatino.

Los suscriptores de The Wall Street Journal sufrirán un susto de muerte si leen estas declaraciones. Con razón el aparato del Partido Republicano estará pensando qué hacer si a esta mujer se le ocurre ganar los caucus de Iowa con los que se iniciarán las primarias. Lo que a estas alturas no es imposible.