Traducido por el equipo de Sott.net

Occidente ha sembrado vientos al sancionar a Rusia; Rusia no recogerá tempestades, dice Scott Ritter en una entrevista con la Strategic Culture Foundation.
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© Vadim Ghirda/APUn rebelde prorruso mira hacia arriba mientras monta en un tanque con la bandera de Rusia
Scott Ritter es un antiguo oficial de inteligencia del Cuerpo de Marines de EEUU que se ha ganado el respeto internacional por su independencia e integridad como comentarista de conflictos y relaciones exteriores. Esta semana, ha sido vetado en la plataforma de redes sociales Twitter por cuestionar las afirmaciones occidentales sobre la masacre de Bucha, Ucrania, supuestamente llevada a cabo por tropas rusas. Moscú niega las afirmaciones, al igual que otros analistas independientes que señalan que el incidente fue una provocación de falsa bandera perpetrada por regimientos nazis ucranianos respaldados por la OTAN para socavar a Rusia a nivel internacional y reforzar los objetivos occidentales. Es un premonitorio signo de los tiempos que Ritter sea expulsado por atreverse a cuestionar dudosas narrativas (más tarde fue restituido tras una protesta pública contra la censura).

En la siguiente entrevista para la Strategic Culture Foundation, señala el punto crucial de que la intervención de Rusia en Ucrania está exponiendo la participación de EEUU y la OTAN en el entrenamiento y armamento de los regimientos nazis dominantes en ese país. Por eso, los medios de comunicación occidentales han sido tan vehementes al tratar de distorsionar el conflicto y culpar a Rusia. La verdad sobre la sucia participación de Occidente en Ucrania sería demasiado para el público occidental.

Cuando Ritter sirvió como inspector de armas de la ONU en Irak durante la década de 1990, posteriormente puso en tela de juicio las afirmaciones de los medios de comunicación y los gobiernos occidentales de que Irak albergaba armas de destrucción masiva. Esas afirmaciones se utilizaron como pretexto para la guerra de EEUU y Gran Bretaña contra Irak iniciada en 1993, que costó más de un millón de vidas, destruyó una nación, creó millones de desplazados y millones de víctimas, además de engendrar el terrorismo internacional. Más tarde se descubrió que las afirmaciones sobre las armas de destrucción masiva se basaban en mentiras deliberadas de las que ningún dirigente occidental ha tenido que rendir cuentas. Scott Ritter fue reivindicado en sus advertencias contra esa guerra y es una de las razones por las que es ampliamente respetado entre la opinión pública internacional.
Scott Ritter es un comentarista crítico de los conflictos y las relaciones exteriores de EEUU. Es un antiguo oficial de inteligencia del Cuerpo de Marines que sirvió en la Unión Soviética implementando tratados de control de armas nucleares en el Golfo Pérsico durante la Operación Tormenta del Desierto y como inspector de la ONU en Irak (1991-98) supervisando el desarme de armas de destrucción masiva. Es autor de Rey Escorpión: El abrazo suicida de Estados Unidos a las armas nucleares desde Franklin D. Roosevelt hasta Trump (Clarity Press, 2020).
Entrevista

Pregunta: ¿Cree usted que Rusia tiene una causa justa al iniciar su "operación militar especial" en Ucrania el 24 de febrero?

Scott Ritter: Creo que Rusia ha articulado una reclamación reconocible de autodefensa colectiva preventiva en virtud del artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas. La amenaza que supone la expansión de la OTAN y los ocho años de bombardeos ucranianos sobre la población civil del Donbás entran dentro de este paraguas.

Pregunta: ¿Cree usted que Rusia tiene una preocupación legítima por el hecho de que el Pentágono patrocine programas de armas biológicas en laboratorios de Ucrania?

Scott Ritter: El Pentágono niega cualquier programa de armas biológicas pero admite programas de investigación biológica en suelo ucraniano. Los documentos capturados por Rusia han revelado supuestamente la existencia de programas cuyos componentes podrían interpretarse como aplicaciones de guerra biológica ofensiva. Se debe exigir a EEUU que explique la finalidad de estos programas.

Pregunta: ¿Qué opina de las acusaciones de los medios de comunicación occidentales de que las tropas rusas cometieron crímenes de guerra en Bucha y otras ciudades ucranianas? Se afirma que las fuerzas rusas ejecutaron sumariamente a civiles.

Scott Ritter: Todas las denuncias de crímenes de guerra deben ser investigadas a fondo, incluidas las acusaciones ucranianas de que Rusia mató a civiles ucranianos en Bucha. Sin embargo, los datos disponibles sobre el incidente de Bucha no sostienen las afirmaciones ucranianas, por lo que los medios deberían abstenerse de hacerse eco de estas afirmaciones como si fueran hechos hasta que se lleve a cabo una investigación adecuada de las pruebas, ya sea por parte de los medios o de autoridades imparciales.

Pregunta: ¿Cree que el supuesto bombardeo ruso de un hospital y un teatro de arte en Mariúpol fueron provocaciones de falsa bandera?

Scott Ritter: Ambos lugares están disponibles para un examen forense detallado que confirmaría o refutaría las alegaciones ucranianas de que estos lugares fueron alcanzados por bombas aéreas rusas. Deberían recopilarse otros datos, como la existencia de cualquier dato de radar de la OTAN que sitúe a los aviones rusos sobre estas dos localidades en el momento del supuesto ataque. Un examen forense detallado de cada emplazamiento contribuiría en gran medida a probar o refutar las afirmaciones ucranianas mediante la recogida de fragmentos de armas y la evaluación de muestras ambientales que mostrarían la composición química de cualquier explosivo utilizado, permitiendo así tener una mejor idea de qué arma o explosivo se utilizó para destruir los emplazamientos.

Pregunta: Los gobiernos occidentales y los principales medios de comunicación han denigrado los objetivos rusos de "desmilitarizar y desnazificar" Ucrania. Occidente dice que Rusia ha inventado o exagerado mucho estos problemas como pretexto para la invasión. ¿Cree usted que este negacionismo de Occidente se debe a que no quiere reconocer que Rusia puede tener, en efecto, preocupaciones legítimas y, en segundo lugar, que reconocerlo significaría admitir que Occidente es parte del problema en la guerra actual?

Scott Ritter: La ironía es que Occidente había documentado minuciosamente el alcance de la ideología nazi en las estructuras civiles, políticas y militares de Ucrania durante y después del golpe de estado del Maidán en 2014. Esta realidad documentada fue deliberadamente oscurecida por las mismas fuentes que habían documentado previamente su existencia una vez que se produjo la invasión rusa. Reconocer la existencia de esta odiosa ideología por la OTAN requeriría que esta reconociera el papel que desempeñó en el entrenamiento y equipamiento del personal del regimiento Azov desde 2015. La documentación rusa de su esfuerzo de desnazificación en curso en Ucrania es una fuente de vergüenza continua para la OTAN, ya que expone el alcance y la escala del papel de la misma en el empoderamiento de la militarización de la ideología nazi en Ucrania.

Pregunta: Durante unos cuatro meses antes de la intervención rusa en Ucrania, la administración Biden estuvo afirmando sin parar que Moscú estaba planeando una invasión. ¿Cree usted que se trata de un caso de gran inteligencia por parte de Washington o de la culminación de una provocación por parte de Washington que desembocó en una acción militar rusa en Ucrania?

Scott Ritter: Ahora sabemos que la comunidad de inteligencia de EEUU bajo la administración Biden está comprometida con una política de "desclasificación" de inteligencia al azar con el fin de dar forma a la opinión pública (lo que se llama "adelantarse a la historia"). No hay pruebas de que la inteligencia relativa a una posible acción militar rusa se basara en algo más que en especulaciones politizadas derivadas de un burdo análisis de las disposiciones militares rusas carente de todo contexto. Cualquier evaluación genuina de los servicios de inteligencia sobre el momento de cualquier acción militar rusa habría incorporado el imperativo político interno de obtener la aprobación de la Duma [Parlamento ruso] para el despliegue de las fuerzas rusas fuera de las fronteras de Rusia, lo que conlleva el requisito de una justificación reconocible para esta acción militar en virtud de la Carta de las Naciones Unidas. Para ello era necesario dar pasos políticos, como que Donetsk y Lugansk declararan su independencia, y luego solicitaran al parlamento ruso que reconociera esta independencia, para que Rusia pudiera invocar legítimamente el artículo 51. Ninguno de estos factores era conocido cuando la Administración Biden estaba emitiendo sus advertencias de ataque inminente, certificando así que la "inteligencia" se deriva de la especulación libre de hechos y no de la inteligencia en absoluto.

Pregunta: Los medios occidentales están informando de que la operación militar rusa en Ucrania está fracasando porque no ha invadido Ucrania por completo. Como experto militar, ¿cómo ve usted la operación rusa?

Scott Ritter: Rusia está luchando en una campaña muy difícil, obstaculizada por sus propias restricciones destinadas a limitar víctimas civiles y daños de infraestructura, y por el hecho de que Ucrania posee un ejército muy bien entrenado, bien dirigido y equipado. Rusia ha desplegado unos 200.000 soldados en apoyo de esta operación. Se enfrentan a unas 600.000 unidades ucranianas. La primera fase de la operación rusa se diseñó para conformar el campo de batalla en beneficio de Rusia, al tiempo que se reducía el tamaño y la capacidad de la habilidad ucraniana para librar un conflicto a gran escala. La segunda fase se centra en destruir la principal concentración de fuerzas ucranianas en el este de Ucrania. Rusia está en camino de cumplir esta tarea.

Pregunta: ¿Ve usted el peligro de que Ucrania se convierta en una guerra de poder por parte de EEUU y sus socios de la OTAN contra Rusia de forma que se intente repetir la guerra encubierta de Occidente en Siria o la guerra de Afganistán (1979-89) con la Unión Soviética? Hay informes sobre el envío de legiones extranjeras a Ucrania a través de los países de la OTAN. ¿Cree usted que existe un plan occidental para involucrar a Rusia en una guerra por delegación que tiene como objetivo minar a Rusia política, económica y militarmente?

Scott Ritter: El conflicto ucraniano es una guerra por delegación, pero que Rusia está dispuesta a ganar de forma decisiva. Aunque parece haber un plan de la OTAN y Occidente para involucrar a Rusia en un "nuevo Afganistán", no veo ningún riesgo de que este conflicto se prolongue más que unas pocas semanas como máximo antes de que Rusia logre una victoria estratégica sobre Ucrania.

Pregunta: Existe una suposición arrogante entre los gobiernos occidentales de que pueden imponer sanciones económicas paralizantes a Rusia de forma similar a lo que hicieron con Irán, Venezuela y Corea del Norte, entre otros. Pero, ¿está usted de acuerdo en que si Rusia comienza a imponer sus propias contrasanciones restringiendo las exportaciones de petróleo y gas, entonces los estados occidentales pueden terminar cosechando una tempestad devastadora para sus sociedades?

Scott Ritter: Rusia fue advertida con mucha antelación sobre el alcance y la escala de las sanciones lideradas por EEUU que se impondrían si la misma invadía Ucrania. Rusia ha preparado su propia estrategia de contrasanciones, que no sólo superará las sanciones occidentales, sino que fortalecerá aún más la economía rusa al desvincularla de Occidente y del control e influencia occidentales. Vemos pruebas de la eficacia de esta contracampaña, puesto que el rublo ruso se fortalece, la bolsa rusa goza de una tracción positiva, y Europa y EEUU se tambalean económicamente. Occidente ha sembrado vientos al sancionar a Rusia; Rusia no recogerá tempestades.
Sobre los autores:

Finian Cunningham ha sido editor y redactor de importantes medios de comunicación. Ha escrito extensamente sobre asuntos internacionales, con artículos publicados en varios idiomas.