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© BBC MundoLos investigadores vincularon la depresión recurrente con el maltrato infantil.
El abuso infantil duplica el riesgo de desarrollar episodios de depresión múltiples y de larga duración, afirmó un grupo de científicos. Un estudio, publicado en American Journal of Psychiatry, también sugiere que es menos probable que estos pacientes respondan al tratamiento.

Casi una de cada 20 personas en el Reino Unido tienen esta forma de depresión como resultado de abuso infantil, dicen investigadores. La organización Sane, un organismo sin afán de lucro, dijo que el estudio destacó cuán dañino puede ser el trauma infantil.

La depresión de cualquiera de sus formas puede afectar a una de cada cinco personas en algún momento de sus vidas. Los investigadores del Institute of Psychiatry en Kings College, en Londres, investigaron la depresión que sigue reapareciendo.

Revisaron 16 casos, de un total de más de 23.000 pacientes, y encontraron que el maltrato en la infancia - como el rechazo por parte de la madre, maltrato físico o abuso sexual- hacía que el riesgo de este tipo de depresión fuera más del doble.

"Si estas cosas ocurren en edad temprana, es más poderoso", dijo uno de los investigadores, el doctor Rudolf Uher. En el Reino Unido, 16% de la gente desarrolla depresión persistente a la edad de 33 años. Un cuarto de ellos, o 4% del total de la población británica, fueron maltratados cuando eran niños.

Una revisión separada sobre 3.098 personas mostró que el maltrato infantil también estaba ligado a una más pobre respuesta a las drogas o los tratamientos psicológicos. "Incluso para tratamientos combinados, los pacientes con una historia de maltrato infantil no pueden ser atendidos adecuadamente", dijo la investigadora Andrea Danese.

El informe sugiere que "intervenciones preventivas y terapéuticas tempranas podrían ser más efectivas".

Efecto duradero

No hay una explicación precisa de algún vínculo entre abuso, cambios en el cuerpo en la infancia y depresión persistente 20 o más años más tarde. El maltrato infantil, se cree, produce cambios en el cerebro, en el sistema inmunológico y en algunas glándulas hormonales, algunos de los cuales están aún presentes en la vida adulta.

Un mecanismo posible es lo que se conoce como cambios epigenéticos en el ADN. Al tiempo que no hay cambio en el código genético, el medio ambiente puede alterar la forma en que se expresan los genes.

"Podría parecer obvio que los eventos traumáticos en nuestras vidas nos lleven a la depresión, pero este estudio destaca cuán particularmente dañinos pueden ser tales traumas durante la infancia, cuando nuestros cerebros se están aún desarrollando", dijo Marjorie Wallace, directora ejecutiva de Sane.

"Todos deberíamos estar preocupados de cómo el abuso y la negligencia crea una legado doloroso que puede durar toda la vida, incrementando las oportunidades para experimentar episodios repetidos de depresión y reducir los efectos de los tratamientos que tenemos disponibles", apuntó.

"Con todo, no debemos perder la esperanza. Una investigación como ésta puede señalar el camino hacia mejores tratamientos y medidas preventivas".