El jengibre es de origen asiático, pero actualmente se cultiva en las regiones tropicales y subtropicales de todo el mundo. Se caracteriza por tener un aroma dulce y un sabor picante e intenso, lo que lo convierte en un condimento indispensable en la gastronomía oriental. Pero sus usos superan la cocina, pues es uno de los principales ingredientes de numerosos remedios caseros, y esto se debe a sus propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y sus beneficios en el tratamiento de los síntomas de la gripa.

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© DesconocidoConozca las propiedades culinarias y medicinales de esta raíz de oriente.
Para la salud
Mareo: En el siglo V los marineros utilizaban el jengibre para evitar el 'mal del mar' y esto se debe, según la nutricionista Catalina Arévalo, a que sus enzimas aceleran el proceso de las proteínas digestivas y así evitan las náuseas. Por eso, acuda al jengibre si va a viajar en avión o en carro. La especialista también lo recomienda para las madres gestantes, sobre todo en sus primeros meses de embarazo. La bebida Ginger-Ale es una buena forma de consumirlo, pues está hecha a base de esta raíz.

Digestión: El jengibre es asimilado rápidamente y alivia la inflamación provocada por otros alimentos, por tanto es utilizado en el tratamiento de úlceras. Además se recomienda ingerir una infusión de jengibre, especialmente cuando se presenta un malestar estomacal.
Respiración: Cuando se presentan síntomas asociados a la gripa o afecciones de las vías respiratorias, el consumo de jengibre es ideal para descongestionar y suavizar la garganta, pues funciona como expectorante y desinflama las cuerdas vocales. Pele un trozo de esta raíz y déjelo hervir en una taza de agua, posteriormente sirva y endulce con miel.

Músculos: Al ser un antioxidante natural tiene propiedades relajantes, por eso alivia los dolores musculares y reumáticos. Las personas que tienen una actividad física exigente, pueden incluir una taza de infusión de jengibre en el desayuno, pues ayuda a evitar la fatiga.
En la cocina
Arroz: Una práctica manera de preparar un arroz diferente para acompañar cualquier plato es añadiendo a la receta clásica medio jengibre pelado y rallado, una hoja de laurel y un ajo finamente picado.

Aderezo: Si le gustan los sabores agridulces, tome un recipiente y mezcle tres cucharadas de agua, una de salsa de soya y una de jugo de jengibre, así creará una salsa que será ideal para acompañar los alimentos fritos.

Batido: En la licuadora mezcle dos rodajas de piña, medio jengibre sin cáscara, una taza de agua y una cucharada de miel. El resultado es una deliciosa bebida refrescante para los días calurosos.

Vinagreta para ensalada: Ralle un jengibre y déjelo sazonar con una pizca de sal. En una olla aparte coloque a fuego lento dos cucharadas de agua, dos de azúcar y un poco de vinagre, luego agregue el jengibre, revuelva y deje enfriar.