El Experto de la Sociedad Española de Arteriosclerosis (SEA), Jesús Egido, ha asegurado que tener unos niveles de vitamina D bajos aumenta el riesgo vascular, y por lo tanto la probabilidad de sufrir ictus cerebral, infarto de miocardio y vasculopatía periférica (estrechamiento de los vasos sanguíneos).

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El especialista de la SEA ha destacado la importancia de esta vitamina como factor de riesgo vascular, vitamina que se había relacionado exclusivamente hasta ahora con el metabolismo mineral y óseo. Una carencia de esta vitamina favorece la formación de placas de calcio en las arterias, es decir, la arteriosclerosis, y por ello, destaca "es necesario tener unos niveles suficientes de este compuesto esencial, que se obtiene principalmente de la luz solar".

En este sentido, ha subrayado que a pesar de que España se caracteriza por su gran porcentaje de días soleados, "el déficit de vitamina D en la población general es tremendamente elevado". En concreto, "se calcula que entre el 10% y el 20% de la población española podría tener bajos los niveles de esta vitamina".

Esto es debido, según el experto de la Sociedad Española de Arteriosclerosis, porque a pesar se ser un país con mucho sol, el tiempo total de exposición al sol de nuestro cuerpo es muy bajo, y la vitamina D se absorbe principalmente cuando los rayos de sol se proyectan directamente en la cara, manos y piernas. Por ello, recomienda pasear al sol durante diez minutos, por lo menos tres días a la semana, para asegurar unos niveles adecuados de esta sustancia. Una recomendación, que se debe seguir, según destaca el experto, durante todo el año.

Luz solar, durante todo el año

En este sentido, Egido señala que "ahora cuando finaliza el verano las personas se suelen olvidar de tomar el sol y es de vital importancia seguir recibiendo luz solar en otoño, invierno y primavera".

El profesor ha explicado que tener unos niveles adecuados de esta vitamina es de vital importancia principalmente en las personas que padecen enfermedades renales, ya que además de magnificar la enfermedad, aumenta la probabilidad de padecer lesiones vasculares severas. En este sentido, "puede ser de gran eficacia la administración de nuevos fármacos de vitamina D", destaca el experto de la SEA y, añade "existen numerosos estudios que se están realizando actualmente en esta dirección".

En este contexto, el Instituto de Salud Americano (NIH) ha iniciado una investigación en la que 20.000 personas sanas van a ser tratadas durante 5 años con 2.000 unidades de vitamina D, concretamente vitamina D3, y van a determinar la incidencia de ictus y cardiopatía isquémica en estos sujetos. Además, también se va a investigar la repercusión de la vitamina D con el cáncer. Y es que "hay una tremenda relación entre el nivel de vitamina D y las enfermedades neoplásicas. Existen publicaciones muy llamativas sobre la importancia de la vitamina D en el cáncer de mama y gastrointestinal", destaca el experto de la Sociedad Española de Arteriosclerosis.